Zamora capital es uno de los tesoros turísticos de Castilla y León. Esta ciudad, cabeza de una de las nueve provincias de la comunidad autónoma, es una interesante opción para los viajeros que quieran combinar el turismo histórico con la gastronomía y el disfrute de los parajes naturales.
Al ser una ciudad muy pequeña, se puede recorrer fácilmente en un par de días, por lo que es perfecta para una escapada en cualquier momento del año. Además, se puede combinar con otras ciudades y pueblos de interés de Castilla, para crear una gran ruta de viaje en coche.
¿Hay muchas cosas que ver en Zamora capital? Lo cierto es que este municipio tiene muchos espacios a incluir en cualquier visita: dependerá de los gustos e intereses del viajero optar por algunas de las opciones que te ofrecemos aquí o por todas ellas.
Historia y origen de Zamora
Zamora es una localidad con mucho que contar: el simple hecho de estar en una zona fronteriza con Portugal ya es relevante en épocas como la Edad Media. Sin embargo, podemos explorar los orígenes de esta urbe en la Edad de Bronce.
Según indican los trabajos arqueológicos realizados en la zona, pueblos celtas como los vacceos ya se asentaron en el territorio que hoy ocupa Zamora en un núcleo de población llamado Ocalam.
El motivo de esta elección de los vacceos fue estratégico: la zona quedaba en un espacio privilegiado, con mucha altitud, lo que les ofrecía un gran poder defensivo.
Esta misma cualidad fue la que hizo que distintos pueblos y civilizaciones siguieron ampliando la importancia de este enclave, que llegó a ser muy querido en época romana. También fue ocupada por los árabes, que invadieron la península y fue reincorporada en lo que acabaría siendo el gran proyecto de Castilla por Alfonso I.
Rastros de todos estos pasos por Zamora quedan tanto en su trazado de calles como en algunos edificios históricos y nombres que todavía permiten al visitante remontarse a siglos pasados.
Y es que la gran riqueza histórica es uno de los puntos más interesantes para quienes quieren saber qué ver en Zamora capital en un día o en un par de jornadas de viaje.
Qué ver en Zamora
¿Cuáles son las opciones más atractivas para disfrutar de Zamora? ¿Qué recomendaciones van a dar en las oficinas de turismo de la ciudad como imprescindibles para conocer la idiosincrasia del territorio? Seleccionamos los monumentos, museos y atractivos más interesantes que ver en Zamora capital.
Catedral de Zamora
Es más que evidente que un destino que se destaca por su pasado debe contar con una catedral a la altura de las expectativas. La de Zamora cumple completamente con lo que puede esperar el viajero.
Para empezar, estéticamente es un templo muy distinto a otras catedrales del país: de poca altura, muy sobriamente decorado, es una de las maravillas del románico más importantes de toda la región. Data del siglo XII, está dedicada a San Salvador y sus muros se levantan en la parte más alta de la ciudad.
Su poca altura no es lo único que llama la atención: el turista también se sorprenderá por sus pequeñas dimensiones, que la meten de lleno en lo más alto del ranking de las catedrales más pequeñas de toda Castilla y León y del país.
Esto es precisamente por su antigüedad: en torno al año 1174, cuando se finalizó la construcción, no era tan habitual levantar templos muy altos por las limitaciones constructivas.
Sin embargo, esto no está reñido con la belleza del edificio: tan solo el cimborrio, profusamente decorado y todo un icono visual de la catedral, ya merece la pena.
En el interior se puede disfrutar de un bello claustro, que data del siglo XVI; un interesante museo catedralicio y un destacado fresco en honor a San Cristóbal.
La visita cuesta seis euros e incluye la catedral, los museos catedralicios y diocesanos y la iglesia de Santo Tomé, de la que hablaremos a continuación. La iglesia principal de Zamora abre todos los días: de noviembre a marzo de diez a dos y de cuatro y media a siete y de abril a octubre de diez a dos y de cinco a ocho.
Iglesia de Santo Tomé
Al ir en una entrada conjunta con la de la catedral, la iglesia de Santo Tomé suele incluirse en cualquier ruta que responda a la pregunta de qué ver en Zamora capital.
Pero el motivo no es solo económico: esta iglesia es, si cabe, todavía más interesante que la propia catedral.
Santo Tomé es otro gran vestigio del arte románico: se trata de una pequeña edificación que está considerada como uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Sencilla y sobria, como exige el estilo de la época, hoy en día no es un templo abierto al culto, sino que sirve para algunas exposiciones temporales.
La visita interesa desde el punto de vista arquitectónico: los especialistas han encontrado huellas prerrománicas en sus muros, por lo que se convierte en uno de los vestigios de nuestra historia religiosa más importante.
Aunque la entrada es conjunta con la catedral, los horarios de apertura de la iglesia de Santo Tomé son distintos: de marzo a septiembre solo abre de martes a domingos de diez a una y de cinco a ocho.
De octubre a enero, abre viernes y sábados de diez a dos y de cuatro y media a seis y media. Los domingos de este periodo es posible visitarla por las mañanas, de diez a dos de la tarde.
Castillo de Zamora
La tercera gran visita de Zamora es la del castillo de la ciudad. Catalogado como Bien de Interés Cultural, se trata de una antigua fortaleza de casi mil años (data del siglo XI), que sirvió como espacio defensivo para los zamoranos en diversas épocas de su historia.
Está situado en un cerro, al final de la zona histórica de la ciudad. La elección estratégica de ese punto permitió que cumpliera bien con su labor: los enemigos solo podían llegar hasta él por un único espacio, generando un efecto embudo que hacía difícil traspasar sus puertas.
El castillo experimentó una importante reforma en 2009, convirtiéndose en una de las atracciones turísticas más relevantes de la capital de la región: durante la visita se conoce parte de la historia de la localidad, así como los distintos usos que se le dio a la construcción, que llegó a ser utilizada como cárcel durante el siglo XX.
Además, sus jardines se han convertido en un punto de encuentro y descanso para zamoranos y visitantes, que se suelen tumbar en el césped a disfrutar de las vistas y a reposar antes de continuar descubriendo la ciudad.
La visita es gratuita y se puede acceder de martes a domingo desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde y de cinco a ocho de la noche. Los jardines abren todos los días de 10 de la mañana a once de la noche.
Mirador del Troncoso
Zamora está rodeada por el impresionante Río Duero, lo que dota a la ciudad de un particular encanto, a medio camino entre lo urbano y lo rural.
Donde mejor se puede apreciar esta curiosa mezcla es desde el Mirador del Troncoso, un espacio elevado que permite asomarse a la ribera del río desde una gran altura y admirar, sobre todo, el bellísimo puente de piedra que conserva la localidad.
Este mirador está en pleno casco histórico, por lo que se puede sumar a cualquier visita que se haga por la localidad.
Muralla de Zamora
Otro de los vestigios más importantes del pasado que ver en Zamora en un día es la muralla.
Esta impresionante construcción defensiva se levanta en varios puntos de la ciudad y todavía conserva espacios bellísimos como la puerta de doña Urraca, uno de los puntos de acceso que los habitantes del siglo XI utilizaban para entrar con seguridad dentro de la zona amurallada.
Museo Baltasar Lobo
Los amigos del arte contemporáneo tienen en el Museo Baltasar Lobo una parada obligatoria en su paso por Zamora.
Cuesta creer que una ciudad tan histórica y centrada en la tradición pueda destacar con una colección de escultura y pintura de los últimos años, pero así ocurre con esta galería, dedicada a la obra del zamorano Baltasar Lobo.
Además de los propios fondos que permiten repasar la obra del artista, el museo cuenta con exposiciones temporales y una exquisita programación de talleres, visitas guiadas y conferencias que mantienen muy vivo el interés por el arte contemporáneo en la capital de la región.
La entrada es gratuita y se puede visitar de diez a dos y de cuatro a seis y media en horario de invierno y de diez y media a dos y de cinco a ocho en horario de verano. Los lunes el espacio permanece cerrado.
Qué hacer en Zamora capital
Más allá de las visitas eminentemente turísticas e históricas, Zamora cuenta con una excelente programación de actividades que pueden resultar muy interesantes, así como otro tipo de actividades que pueden redondear cualquier visita.
Disfrutar de su Semana Santa
La Semana Santa de Castilla y León tiene una idiosincrasia propia: las procesiones son solemnes, serias y rigurosas.
Si una localidad defiende todos estos valores de manera exquisita, esa es Zamora. Esta fiesta religiosa está viva desde el año 1273 y hoy en día es una de las más importantes de España debido a la calidad de sus tallas y al fervor con el que los nazarenos desfilan cada año ante sus santos.
Este acontecimiento está considerado como Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 1986 y es la primera Semana Santa del país en convertirse en Bien de Interés Cultural, hecho que ocurrió en 2015. Además, se está luchando porque se destaque como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Uno que pica y dos que no
Los bares son un punto clave de Zamora: tanto a mediodía como al atardecer, locales y terrazas se llenan de gente que disfruta en torno a la comida y a la cerveza o un buen vaso de vino.
De todas las opciones gastronómicas que ofrece la ciudad, la más llamativa es la del Bar Lobo y otros locales cercanos: este pequeño establecimiento se ha hecho famoso por su tapa estrella, los pinchitos morunos.
Cuando se va por primera vez, llama la atención que la gente pida su bebida y “dos que pican y uno que no”. ¿A qué se refieren? A sus fabulosos pinchitos morunos, que se preparan en esas dos fórmulas y que son todo un clásico.
Magia en la calles
De viaje con niños, en familia, en pareja o con un grupo de amigos, si se tiene la suerte de llegar a Zamora durante su festival de magia, la diversión y el asombro están más que asegurados.
Cada año, en Zamora se celebran unas jornadas internacionales de magia en otoño. Algunos de los mejores magos nacionales e internacionales llegan al municipio dispuestos a ofrecer su mejor arte con las cartas, las cajas misteriosas, los pañuelos y las varitas mágicas.
Gracias a este tipo de planes se puede combinar la lista de cosas que ver en Zamora capital con estas actividades que hacen que una visita a esta ciudad castellana esté llena de opciones para todos los gustos.