¿Quién no ha soñado con perderse por un jardín tan estético y lleno de maravillas vegetales como los de Versalles, en Francia o los del Royal Botanic Gardens en Inglaterra?
Este tipo de visitas suelen estar incluidas por los turistas en todas las ciudades donde hay jardines históricos: son lugares muy relajados, donde perderse por unas horas es sinónimo de conectar con la belleza y la naturaleza.
Pero no hace falta mirar al extranjero para gozar de estos espacios maravillosos: los mejores jardines históricos de España están a la altura del más alucinante de los rincones de Versalles.
Y lo mejor: están repartidos por todo el país, por lo que cualquier turista o viajero aficionado a visitarlo tiene decenas de opciones al alcance de la mano.
¿Qué es un jardín histórico?
Los jardines históricos son espacios donde la naturaleza y la mano del hombre se unen para generar una experiencia visual y sensorial única, basada en la composición, el color y la forma de estructuras vivas y perecederas.
Con las plantas, las flores y los árboles como principal elemento de trabajo, estos lugares suelen estar vinculados a grandes edificios de importancia como palacios, castillos, alcázares o similares.
La condición de histórica se la da su propia edad: estos jardines suelen tener varios siglos y son considerados, en su mayor parte, Bienes de Interés Cultural, por lo que están protegidos y muy cuidados por los responsables del patrimonio nacional.
Desde el punto de vista internacional también hay un esfuerzo gubernamental para proteger estos enclaves: se trata de la carta internacional sobre jardines históricos o Carta de Florencia de 1981, un texto que define este tipo de construcciones y que explicita que, desde el punto de vista del arte, un jardín histórico “tiene un interés público y, esencialmente es una composición de arquitectura cuyo material es esencialmente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable”.
¿Cuántos jardines históricos hay en España?
Quienes ya tienen el deseo de conocer los jardines históricos de España se preguntan cuántas oportunidades hay para disfrutar de estos rincones vegetales en nuestro país.
Para responder a esta cuestión no hay más que dirigirse al Ministerio de Cultura y acceder a su catálogo de Bienes de Interés Cultural de España. Una vez dentro, se puede buscar el capítulo de jardines históricos.
En total, nuestro país cuenta con, al menos, 25 zonas declaradas como jardines históricos y repartidas en siete comunidades autónomas. Andalucía y País Vasco son las zonas del territorio nacional donde más enclaves protegidos con esta categoría hay.
8 jardines históricos españoles que te encantarán
Dentro de la gran selección de jardines históricos, destacan algunos que deberían estar, sí o sí, en la lista de ‘pendientes’ de cualquier persona que quiera descubrir estos espacios turísticos.
Destacamos 8 jardines históricos que merece la pena incluir en cualquier ruta de viaje que pase por las zonas donde están situados y que gustarán a todo tipo de viajeros.
Jardines de la Casa del Rey Moro, en Ronda
Situados a distintas alturas que forman una bonita terraza, los jardines del Rey Moro, en Ronda, datan del siglo XVIII y son un perfecto ejemplo del uso del jardín como una transición entre el espacio natural ‘salvaje’ y la arquitectura.
Este espacio destaca por tener un sabor andaluz, donde los árboles y la vegetación verde crecen sin un orden establecido y dialogan con fuentes, azulejos y escalinatas perfectas para un paseo muy especial.
Este intrincado lugar es perfecto para quienes aman los jardines llenos de personalidad, donde la vegetación es la verdadera protagonista y donde la intervención humana es mínima: los de la Casa del Rey Moro demuestran que un jardín histórico no tiene por qué ser tan milimétrico y planificado como Versalles.
Los jardines son visitables junto con la Casa y la mina que está junto a esta. Se puede entrar a la zona pagando un ticket de 10 euros para público general y 3 para niños de hasta 12 años.
Jardines del Salón y la Bomba, en Granada
Inmensos, los jardines del Salón y la Bomba, en Granada, tienen una superficie de más de 8000 metros cuadrados, que ofrecen un paseo infinito y paralelo al río Genil.
La combinación del agua con la exuberante vegetación hace que esta sea una de las zonas más frescas de la ciudad y uno de los lugares favoritos para pasear tanto para los propios granadinos como para los visitantes.
Aunque hoy se consideran como dos espacios separados, el origen de estos dos enclaves fue único: en el siglo XIX fue uno de los lugares de recreo más importante para las gentes de todas las clases sociales en la ciudad andaluza.
La columna vertebral del proyecto es una amplia alameda, que poco a poco se fue completando con pequeños rincones como un jardín botánico y pequeños jardincillos con plantas, setos y arbustos de distintas especies.
Además, el viajero encontrará puentes y monumentos tan destacados como el monolito levantado en honor al Duque de San Pedro de Galatino, que otorgan a este rincón granadino un interés tanto histórico como natural.
El parque está abierto de lunes a domingo las 24 horas del día y el acceso es libre para todo el mundo.
Reales Alcázares de Sevilla
Uno de los monumentos más visitados de la capital de Andalucía es el Alcázar. Y el mayor atractivo de este espacio histórico es la zona ajardinada que rodea al edificio.
La historia está muy presente en este lugar, que permite ver cómo los jardineros del pasado se adaptaron a las condiciones climáticas de Sevilla para montar un espacio en el que las plantas y las flores de todos los rincones del planeta son las verdaderas protagonistas de una construcción de sabor mudéjar donde todo es una oda a la belleza.
Dentro del complejo destacan zonas como el estanque de Mercurio o el jardín de las damas.
Este es uno de los jardines históricos de España más longevo: existen indicios de su existencia desde la Baja Edad Media, aunque la distribución actual sigue las pautas marcadas en el Renacimiento.
El acceso a estos jardines se hace con todo el conjunto de los Reales Alcázares: cuesta 14,50 euros en la entrada general y permite ver tanto los palacios como los jardines. Se recomienda la compra anticipada a través de la web, ya que la demanda es muy alta y en taquilla ofrecen pocos pases al día.
Jardín histórico El Bosque de Béjar, en Salamanca
La localidad salmantina de Béjar esconde un tesoro único para los buscadores de jardines históricos: El Bosque.
Con ese nombre, el viajero puede hacerse una idea equivocada de lo que se va a encontrar, ya que no es tanto una zona verde completamente agreste, sino todo lo contrario: El Bosque es un jardín renacentista construido para el disfrute de las familias nobles de la zona durante el siglo XVI.
Destaca por la alta presencia de fontanas, que desembocan en un gran lago que en el pasado estaba plagado de barquitas para el descanso de las familias de la alta sociedad salmantina.
En la actualidad, destaca por sus grandes árboles, que ofrecen muchísima sombra y que cuentan con más de 400 años de vida. También por ser el lugar de encuentro de grandes escritores del pasado: allí se celebraban fiestas literarias donde se cree que participaron personalidades como Góngora o Miguel de Cervantes.
Dentro de las instalaciones hay un bonito palacete de los duques que impulsaron la construcción del lugar. La entrada a todo el complejo cuesta 1,5 euros y se puede acceder de miércoles a domingo. Los miércoles con entrada libre de 10 a 13 y de jueves a domingo desde las 10 hasta las 13 y desde las 17 hasta las 20 pagando el ticket indicado.
Jardín de Monforte, en Valencia
El Jardín de Monforte está situado en la plaza de la Legión Española de Valencia y es uno de los más jóvenes de esta selección de jardines históricos: data del siglo XIX y se construye por orden del Marqués de San Juan en una superficie de más de 12000 metros cuadrados.
Este nombre encargó a dos arquitectos crear una zona verde de estilo neoclásico que sí puede recordar, de alguna manera, a esos entornos idílicos como los de Versalles, aunque con un acento nacional muy marcado: espacios señoriales, pero llenos de rincones intrincados y una vegetación que crece con una mayor libertad y ofrece cierta sensación de descontrol.
Dentro del jardín hay distintas fuentes, un palacete y preciosas esculturas que hacen del paseo algo todavía más interesante para los valencianos y los turistas.
El Jardín de Monforte está abierto durante todo el año desde las diez de la mañana. En primavera y verano cierra sus puertas a las ocho de la tarde y en otoño e invierno a las seis.
Parque do Pasatempo, en Betanzos
La localidad gallega de Betanzos no solo es famosa por su exquisita y peculiar tortilla de patatas: este pequeño municipio también tiene lugares de interés artístico e histórico como el Parque do Pasatempo.
Este rinconcito verde fue declarado BIC como Jardín Histórico en 1981 y su origen está en el deseo de dos hermanos, los García Naveira, que emigraron a Argentina y regresaron con una gran fortuna.
Con ella, quisieron regalar al pueblo muchísimas cosas: escuelas, residencias para mayores y, para todos los vecinos, el Parque do Pasatempo.
Esta gran construcción ocupa un espacio cercano a los 90000 metros cuadrados y no solo es un espacio natural, sino que se configuró como una gran exposición universal de distintos rincones del mundo que los García Naveira conocieron en sus incursiones comerciales.
Está configurado a la manera de los jardines románticos de Inglaterra y en él las plantas y los árboles conviven con piezas de arquitectura, escultura y cerámica, que lo hacen un verdadero espacio para el disfrute visual de los visitantes.
Aunque actualmente está pasando por un proceso de rehabilitación, la belleza y el interés histórico de este lugar justifican su aparición en esta selección de jardines históricos de España, para que quienes tengan interés en él puedan visitarlo en cuanto reabra sus puertas.
Jardí de Raixa, en Bunyola
Viajamos ahora hasta la localidad de Bunyola, en Mallorca, para encontrarnos con un atractivo natural muy singular: el Jardí de Raixa.
Situado en plena sierra de Tramontana, este jardín existe precisamente por la afluencia de pozos y fuentes naturales en la zona, un bien muy escaso en la isla y que es imprescindible para que existan estos enclaves naturales.
Este espacio está encabezado por una preciosa finca señorial de estilo italiano. En torno al edificio crecen unos bonitos jardines, que están divididos en distintas terrazas, siendo la más baja la del huerto y la más alta la que cuenta con un pequeño estanque que maravilla al público visitante.
En esta última parte también está la construcción humana más importante de toda la villa: una preciosa escalinata en honor al dios Apolo que ofrece algunas de las mejores postales de cuantas se pueden disfrutar en los jardines históricos de toda España.
El Jardí de Raixa abre de martes a sábado de diez de la mañana a tres de la tarde y los grupos de más de 15 personas necesitan concertar la visita previamente.
Parque del Retiro de Madrid
El parque del Retiro de Madrid es, con toda probabilidad, uno de los Jardines Históricos más famosos y visitados del mundo.
Este gran espacio, de más de 125 hectáreas, es el gran pulmón verde de la capital gracias a los 15000 árboles, que conviven con plazas, esculturas, un hermoso lago plagado de barquitas e incluso artistas callejeros que encandilan al público con sus habilidades.
Este enclave no solo es un Bien de Interés Cultural, sino que se considera Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2021, junto con el Paseo del Prado, lo que demuestra su importancia.
Destacan, dentro de él, lugares como los jardines del Arquitecto Herrero Palacios o la Rosaleda, así como el Parterre Francés, que parece custodiar el árbol más antiguo de Madrid, con más de 400 años. Estos son tan solo ocho jardines históricos de cuantos hay en España que merecen una visita. Incluir estos lugares en cualquier ruta turística es todo un acierto: las sensaciones que ofrecen estos enclaves no se pueden obtener en ningún museo, iglesia o edificio histórico, por su singularidad y belleza.