Almagro, uno de los pueblos bonitos de ciudad real

Ruta por los 7 pueblos más bonitos de Ciudad Real

A nivel turístico Ciudad Real es una de las provincias españolas menos conocidas. Sin embargo, merece la pena visitarla para descubrir grandes joyas y buena parte de nuestra historia. Para hacerlo y tener tiempo de disfrutar de cada uno de los destinos, te invitamos a hacer esta ruta de pueblos bonitos de Ciudad Real. Gracias a ella, podrás descubrir su rico patrimonio.

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Para realizar esta ruta, pensada para realizarla de forma tranquila y disfrutando de todo lo que tiene que ofrecer cada pueblo, debes partir desde Ciudad Real capital. Al final, desde la última localidad, podrás regresar al lugar de origen con la sensación de haberte impregnado de lo mejor de la cultura manchega.

1. Almagro, un pueblo lleno de encanto

A poco más de 30 km de Ciudad Real capital, menos de media hora en coche, la primera parada obligatoria es Almagro. Aunque en realidad es una ciudad, muchos son los que consideran esta localidad como uno de los pueblos bonitos de Ciudad Real por excelencia.

En un momento de su historia, Almagro fue capital de La Mancha. Ahora, es uno de los rincones con más encanto de la comunidad manchega en general y de esta provincia en particular. De hecho, a principios de los años 70, fue declarada como Conjunto Histórico-Artístico. Sin duda, bien merece una visita.

La plaza mayor de Almagro es una de sus atracciones más reconocidas. En uno de sus dos flancos se puede encontrar el famoso Corral de Comedias, que es el único que se conserva intacto, y en activo, desde el siglo XVII.

Almagro también es ciudad de museos, entre los que destacan algunos como el Museo del Encaje  o el Museo Nacional del Teatro, ideal para sumergirte aún más en su historia. En cuanto a su patrimonio arquitectónico, destacan joyas como la Iglesia de la Madre de Dios, la de San Blas o el Convento del Santísimo Sacramento de los Agustinos.

También merece la pena visitar otras obras. Es el caso del Palacio de los Marqueses de Torremejía, el de los Condes de Valparaíso, el Convento de Santa Catalina de Sienta  o el Palacio de los Medrano, entre otros. 

2. Valdepeñas, famoso por su vino

poco más de media hora de Almagro podrás llegar hasta Valdepeñas, un pueblo muy reconocido por sus vinos. Esta localidad destaca por sus bodegas, en las que podrás disfrutar de uno de los mejores vinos de toda España. Sin embargo, también podrás impregnarte de su historia haciendo un recorrido por algunos de sus lugares más emblemáticos.

Si lo tuyo son los molinos, uno de los principales elementos de La Mancha, te encantará el Molino de Gregorio Prieto, que tiene el reconocimiento como el más grande del mundo. Asimismo, podrás perderte por la Plaza de España, donde podrás ver obras como la Iglesia de la Asunción o la de los Trinitarios. 

En Valdepeñas, es de obligada visita su Museo del Vino. Levantado sobre la antigua bodega de Leocadio Morales, que data de 1901, en este museo podrás conocer todas las curiosidades relacionadas con el vino, así como los detalles más importantes sobre su elaboración. 

3. Santa Cruz de Mudela, un pueblo de larga historia

En el Campo de Calatrava, a tan solo un cuarto de hora de Valdepeñas, la siguiente parada de esta ruta es Santa Cruz de Mudelo. Se trata de una villa que tiene a sus espaldas más de 800 años de antigüedad, lo que la convierte en uno de los pueblos medievales de Ciudad Real que no te puedes perder.

La historia de este pueblo está muy relacionada con la Orden de los Calatrava. Esto hace que, en la actualidad, se haya convertido en uno de los más famosos gracias al patrimonio religioso. Si quieres hacer un recorrido completo no te puedes perder obras como el Santuario de Nuestra Señoa de las Virtudes, declarada como Monumento Histórico-Artístico.

También merece la pena pasear y perderse por su Plaza de Toros, que destaca por su planta cuadrada. Asimismo, no puedes dejar de visitar otros rincones, como la Ermita de Santa María La Mayor o la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

4. Villanueva de los Infantes

Villanueva de los Infantes es uno de los pueblos más importantes de Ciudad Real para los amantes del Quijote. Situado a 40 minutos de Santa Cruz de Mudela, esta siguiente parada de la ruta destaca porque son muchos los estudios que han demostrado que fue el pueblo desde donde Don Quijote empezó sus aventuras.

Asimismo, la villa está cargada de encanto y fue declarada como Conjunto Histórico-Artístico, lo que la convierte en una de las más interesantes. Dejando aparte las múltiples referencias al Quijote repartidas por el pueblo, también quedarás maravillado por sus obras arquitectónicas.

Su Plaza Mayor es uno de los mejores lugares para pasear y donde descubrir edificios increíbles como el Ayuntamiento, así como la Iglesia Parroquial de San Andrés Apostol. Tampoco puedes dejar pasar su Casa Rectoral.

Otros lugares de interés imperdibles que merecen una visita son el Hospital de Santiago o la Casa del Arco. A través de sus rincones, descubrirás un pueblo encantador y donde respirarás historia a cada paso.

5. Ruidera, naturaleza en estado puro

Tan solo media hora en coche separa Villanueva de los Infantes de Ruidera, una parada imprescindible en esta ruta para los amantes de la naturaleza. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera está considerado como el humedal más bonito de la Península Ibérica, lo que bien merece una visita.

Se trata de un entorno natural difícil de encontrar, compuesto por nada menos que 16 lagunas, en los alrededores donde los amantes de las actividades al tiempo libre podrán disfrutar de aventuras como montar en kayac o simplemente impregnarse de la naturaleza a través de sus sinuosos senderos.

Tras visitar este espectacular parque, tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de adentrarte en el pueblo de Ruidera y conocer su patrimonio cultura e histórico. Dentro del pueblo, descubrirás lugares cargados de historia, como la antigua Fábrica de Pólvora o la Casa del Rey. También debes echar un vistazo por su Iglesia Parroquial de la Virgen de la Blanca, patrona de Ruidera.

6. Campo de Criptana, el pueblo de los molinos

Un poco más alejado de Ruidera se encuentra Campo de Criptana. Sin embargo, el camino de una hora merecerá la pena cuando descubras todo lo que este rincón manchego tiene guardado para ti. Considerado como uno de esos pueblos con encanto de Ciudad Real que no te puedes perder, Campo de Criptana destaca gracias a los molinos de viento.

En la meseta sobre el pueblo, aún se puede disfrutar de nada menos que diez molinos. Asimismo, tres de ellos datan del siglo XVI. Esto ha hecho que sean declarados como Bien de Interés Cultural, convirtiendo a Campo de Criptana en uno de los rinconces más importantes de La Mancha.

A pesar de su importancia, los molinos no son el único atractivo de este pueblo manchego. Un paseo por esta villa también merecerá la pena si buscas rincones auténticos y de carácter único. Un buen ejemplo lo encontrarás en el barrio de Albaicín, que destaca por su arquitectura tradicional manchega.

En este barrio reinan las casas blancas con tejas árabes repartidas por empinadas y estrechas calles propias de la localidad. Asimismo, también puedes visitar otros lugares interesantes. Es el caso, por ejemplo, de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción o el Pósito Real, entre otros.

7. Daimiel

Partiendo de Campo de Criptana, a menos de una hora en coche, finalizaremos esta ruta en Daimiel, otro de los pueblos bonitos de Ciudad Real. De primeras, en su casco antiguo podrás descubrir rincones llenos de encanto, como es el caso de la Plaza de España. Sin embargo, lo que de verdad te conquistará es el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.

Conocido como tablas fluviales, este parque es uno de los más importantes de la provincia de Ciudad Real, pero también del resto de España. Fue creado por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Cigüela y ahora se puede disfrutar en él de un paseo inmersivo por la naturaleza donde decubrirás la fauna y la flora propias de la zona.

Por otro lado, tampoco debes dejar pasar la oportunidad de acercarte al yacimiento arqueológico de Motilla de Azuer. Se trata de un enclave que data de la Edad de Bronce y que los lugareños levantaron sobre un profundo pozo.

Al finalizar esta visita, es el momento de regresar al lugar de origen. Desde Daimiel, puedes volver a Ciudad Real capital en tan solo media hora, ya que ambos pueblos están separados por tan solo 33 kilómetros.

Como ves, en esta ruta pausada, podrás recorrer algunos de los pueblos más bonitos de Ciudad Real partiendo desde la capital de la provincia para después volver a regresar a ella. En tan solo unos kilómetros te habrás impregnado de la esencia manchega, así como de la historia que guardan cada uno de estos increíbles rincones. 

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