Dentro de los destinos clave del norte del país, Vitoria es uno de los sitios más interesantes para turistas nacionales e internacionales. La capital alavesa, con 250.000 habitantes, es una ciudad mediana, que tiene mucho que ofrecer tanto dentro de sus fronteras como en zonas limítrofes al visitante.
Lugares esenciales que ver en Vitoria
Historia, gastronomía, cultura, planes de ocio y muchas más cosas entran dentro de las cosas que ver en Vitoria y que hemos seleccionado para ti. El objetivo es que viajes con quien viajes y sea cual sea el plan, la capital de Álava se convierta en uno de esos enclaves a los que siempre quieras volver casi antes de irte
¿Cuáles son esos planes imprescindibles que no se deben dejar de lado a la hora de visitar el municipio vasco? Repasamos algunas de las cosas que ver en Vitoria y son de visita obligatoria.
Catedral de María Inmaculada
Como todas las grandes ciudades españolas, en Vitoria-Gasteiz no puede faltar un imponente templo religioso que ejemplifique la importancia de este núcleo de población a lo largo de los siglos.
Vitoria lo tiene en la catedral de María Inmaculada, un templo de estilo neogótico que se conoce, popularmente, como la Catedral Nueva por diferenciarla de otra iglesia anterior, la Catedral de Santa María.
Solo contemplar la fachada principal de la catedral merece la pena. Se trata de una estructura arquitectónica que se comenzó a construir en 1907 y que está considerado como uno de los templos más voluminosos de todo el país.
Situada frente al parque de la Florida –otro de nuestros destinos en este tour por la ciudad–, la Catedral de María Inmaculada se inauguró en 1969 y se puede visitar de lunes a sábado de 11 a 14 horas. Además, en su interior se encuentra el museo de arte sacro, que también tiene una visita bien merecida.
Parque de la Florida
Este lugar es el pulmón verde del centro de Vitoria-Gasteiz. Es un inmenso jardín de diseño decimonónico que abrió sus puertas en la década de 1820 y que, desde entonces, no ha parado de crecer en tamaño e importancia.
Pasear por su interior permite al viajero desplazarse hasta los jardines más románticos de la vecina Francia y contemplar tanto raras especies botánicas como aves, además de estatuas que se “esconden” a lo largo de los intrincados recorridos del parque.
Con una extensión de 33000 metros cuadrados, se considera uno de los jardines urbanos más grandes de toda Europa y es obra de cuatro arquitectos distintos, que lo fueron ampliando a lo largo del tiempo: Ángel Chavarri, Juan de Velasco, Ramón Ortés de Velasco y Manuel Arana.
Abierto las 24 horas del día, se ha convertido en un punto de encuentro para los propios vecinos de la ciudad, que los fines de semana lo eligen para pasear y disfrutar del sol antes de irse a por unos buenos pintxos.
Catedral de Santa María
Una vez conocido el imponente edificio de la Catedral Nueva, siempre se recomienda a todos los turistas darse un paseo por la zona más antigua de la ciudad hasta llegar a su primera catedral.
La de Santa María es una iglesia catedralicia que nada tiene que envidiar a la primera, aunque sea mucho más humilde y pequeña que su “hermana” más joven. De estilo gótico, está declarada como Patrimonio de la Humanidad por formar parte del Camino de Santiago.
Aunque desde 1994 se encuentra en restauración, para contemplarla por fuera ya merece la pena desplazarse hasta la plaza de Santa María. Además, la Fundación que dirige las obras y el mantenimiento organiza visitas guiadas por la catedral con cita previa, una experiencia muy distinta a la que se vive en otro tipo de templos, pues este está siendo renovado a tiempo real.
Por cierto, tal vez sientas que, al visitar Santa María te encuentras dentro de una historia medieval… Lo mismo debió pensar Ken Follet, el famoso escritor galés, que se inspiró en este edificio para escribir su novela más famosa. ¿Sabes cuál es? Eso es: Los pilares de la tierra.
Ruta de los murales
Si eres una persona amante del arte, pero tampoco quieres pasarte todo el día metido en un museo, la ruta de los murales es algo que ver en Vitoria-Gasteiz que no te decepcionará.
Esta iniciativa parte de un proyecto municipal llamado IMVG (Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz) que, desde 2007, presta espacios públicos a artistas urbanos para que realicen sus intervenciones de gran tamaño y ornamenten la ciudad.
El resultado es un compendio cada vez más grande de murales que aparecen en fachadas, pequeños rincones o amplísimas paredes que se prestan a este tipo de obras. Los diferentes artistas que han intervenido los espacios lo han hecho con escenas de costumbrismo, crítica social o, simplemente, detalles de la estética pop.
Existen distintos tours de arte urbano por Vitoria, aunque lo más probable es que siguiendo nuestra ruta de planes por la ciudad te vayas encontrando con casi todos los murales que hay en la actualidad.
Las murallas de Vitoria
Otro viaje al pasado es el que ofrecen las antiguas murallas de la ciudad. En total, desde el Ayuntamiento de Vitoria hablan de tres, construidas en distintas épocas dependiendo del crecimiento de la población o de las necesidades defensivas.
La primera y más antigua data del siglo XI y actualmente hay dos tramos restaurados. Se comenzó a trabajar en ellos en la década de los sesenta del siglo pasado. No fue hasta 2006 cuando se puso al descubierto una primera zona y gracias a una labor de recuperación que se amplió en 2010; ahora es posible recorrer 160 metros de muralla.
Es posible visitarla concertando una reserva previa en la Fundación de la Catedral Santa María. De este modo, el visitante conoce toda la historia de la ciudad, así como los aciertos y desaciertos de la restauración que se está llevando a cabo en estos vestigios defensivos de la capital vasca.
Plaza de la Virgen Blanca
Otro de los centros sociales más importantes del municipio es la plaza de la Virgen Blanca. Se llama así porque casi todas las fachadas de estilo modernista que la rodean tienen ese color, que dota al espacio de una claridad muy llamativa.
Pero esta zona tiene algo más: el monumento en homenaje a los soldados que se enfrentaron a Napoleón cuando el último emperador europeo llegó a las fronteras vascas.
Y, además, cuenta con un reciente atractivo turístico en el que no podrás dejar de hacerte una foto: el icónico cartel de Vitoria-Gasteiz hecho con arbustos, un símbolo de que la ciudad es una de las capitales verdes más relevantes de toda Europa.
Por supuesto, son muchos los locales que sacan sus terrazas a esta plaza, donde tomarte un café, una cerveza o incluso comer en las épocas más cálidas del año son todo un lujo al alcance de cualquier persona que llegue a Vitoria para conocerla a fondo.
Algunas de las mejores calles del casco histórico
Es obvio que muchos de los lugares de interés ya señalados que hay que ver en Vitoria están situados en el casco histórico de la ciudad. Pero esto no es un impedimento para pasear por algunas de las calles más bonitas de la zona antigua de la capital alavesa.
Los ciudadanos de Vitoria llaman a su casco histórico “la almendra”, debido a la forma que posee su intrincado trazado medieval.
La recomendación es pasar por calles como Herrería, Correría o Pintorería para sentirse dentro de un pueblecito de la antigüedad y, sobre todo, descubrir algunas construcciones que todavía guardan la esencia del pasado como son los palacios Escoriaza-Esquiveo o Bendaña.
Pequeñas tiendas y colmados de siempre, vecinos haciendo sus tareas cotidianas y barecitos con dos mesitas en la puerta te harán sentirte como un habitante más de Vitoria en este paseo por la zona más vieja del municipio.
El anillo verde
¿Eres un amante de la naturaleza? Entonces Vitoria-Gasteiz es tu ciudad. Como hemos señalado, está considerada como una de las capitales más verdes de Europa. Y esto no puede deberse más que a un esfuerzo consciente por contar con parques, jardines y zonas agrestes muy cerca del núcleo urbano.
El anillo verde de Vitoria está formado por un conjunto de parques que rodean o están integrados en la ciudad. En total, hablamos de seis extensiones ajardinadas: Armentia, Salburua, Olarizu, Zabalgana, Zadorra y río Alegría.
Aunque no están en las zonas más céntricas, se puede llegar fácilmente a ellos en coche, transporte público o en bicicleta. Son unos lugares perfectos para desconectar del reloj, hacer un pícnic, salir a pasear con la mascota o dejar que los niños desfoguen mientras se lee un buen libro disfrutando del piar de los pájaros.
Museo Fournier
Museos de historia, etnológicos, arqueológicos… los hay en Vitoria, y muy buenos, pero en esta lista de imprescindibles hemos querido sumar uno que, probablemente, no exista en otro sitio del mundo: el Museo Fournier de Naipes.
Fournier es una de las marcas más reconocidas del mundo en la fabricación de cartas de juego. No solo están presentes en casinos y salas de apuestas, sino que incluso son utilizadas por los magos más famosos del mundo, como es el caso de Juan Tamariz, fiel, durante toda su vida, al modelo 505.
El Museo Fournier te permitirá hacer un repaso histórico por las barajas de naipes: cuándo surgieron, cuál es su significado, qué usos se le han dado a lo largo del tiempo, etc. Disfrutarás de una inmensa colección de barajas de todos los lugares del mundo y, además, conocerás la historia de la familia Fournier y el modo en el que su empresa ha ido adaptándose a los tiempos para crear algunas las mejores barajas del planeta.
Situado en la calle Cuchillería, número 54, el museo de las cartas está abierto de martes a domingo y es gratuito.
Museo de las víctimas del terrorismo
Aunque las nuevas generaciones ya no son tan conscientes, Vitoria fue uno de los puntos más “calientes” del conflicto independentista vasco. Por eso el Museo de las Víctimas de Terrorismo es tan importante: es un memorial que recuerda la importancia de la democracia y de la búsqueda de derechos en las sedes parlamentarias.
A través de seis salas que abordan distintos puntos del tema central en el que se basa el museo, el visitante escuchará la voz de las víctimas, conocerá la historia del terrorismo y comprenderá cómo llegan a surgir los discursos de odio que llevan a la ejecución de actos violentos. Se trata de un espacio único para la reconciliación y la memoria histórica reciente.
Este museo está abierto de martes de domingo y cuenta con audioguía: su entrada es gratuita.
¿Una ruta gastronómica?
El País Vasco es sinónimo de buena cocina. Y Vitoria, como capital de la comunidad autónoma, no podía ser menos. Desde locales incluidos en la Guía Michelín hasta pequeñas barras históricas levantan su persiana cada día para ofrecer lo mejor de una gastronomía que revolucionó el mundo el pasado siglo.
No se puede viajar a la ciudad vasca sin pasar por restaurantes como Zabala, de cocina contemporánea, o espacios tradicionales como PerretxiCo, un bar de tapas y raciones que sirve algunos de los mejores pintxos de la ciudad. Además de estos, cualquier alavés te “obligará” a comer la tortilla de patatas de Sagartoki o a darte un buen homenaje con las carnes de la Malquerida.
Lo bueno de la capital de Álava desde el punto de vista gastronómico es que hay opciones para todos los bolsillos, gustos y tipos de planes. Y que prácticamente en cualquier sitio encontrarás algunos bocados exquisitos y a muy buen precio para salir con el estómago lleno y agradecido por la experiencia.
Estos once planes son más que suficientes para descubrir una ciudad única y que enamora a todos los turistas que llegan a ella por primera vez.
Con todas estas recomendaciones sobre qué ver en Vitoria se puede montar desde una breve escapada de fin de semana hasta un plan de varios días que permita, incluso, descubrir los alrededores de la ciudad.