Pequeño, lleno de rincones que explorar, con un aire medieval único en la provincia y una oferta cultural, gastronómica y turística de otras ciudades extremeñas como Cáceres o Mérida: Plasencia es uno de los municipios más interesantes de toda la comunidad autónoma para el visitante.
Quien se pregunte qué ver en Plasencia debe tener claro que ante sus manos se abre un amplio abanico de planes. Está la posibilidad de hacer la visita a monumentos históricos, los paseos por callejuelas que no han cambiado desde hace siglos, la visita a museos e incluso los planes para los amantes del ocio rural y de los deportes de aventura.
Lugares imprescindibles que ver en Plasencia
Son muchas las cosas que se pueden hacer en esta ciudad de apenas cuarenta mil habitantes, situada al norte de la comunidad de Extremadura. Por eso hemos preparado este artículo que incluye ocho lugares que te encantarán y que podrás conocer en una visita de apenas un fin de semana a Plasencia.
La doble catedral de Plasencia
Una de las cosas más interesantes de Plasencia que ver es su catedral. Se trata de un curioso espacio en el que conviven dos templos, uno más antiguo, llamado catedral vieja o de Santa María, y la catedral nueva, de construcción más reciente.
El primero data de siglo XIII y es de inspiración románica, aunque también cuenta con elementos del gótico. El segundo, dedicado a la advocación de la Asunción de los Cielos de Nuestra Señora, se comenzó a construir a finales del siglo XV, en 1498.
El objetivo era destruir la primera edificación una vez terminada la segunda, pero el proyecto nunca llegó a culminar, de manera que hoy conviven ambas en un espacio solapado y donde se pueden visitar al mismo tiempo.
Esto genera una duplicación de puntos como la fachada: en las catedrales de Plasencia hay dos, ambas de estilo renacentista y construidas en torno a la mitad del siglo XVI. También es muy llamativo el claustro, de estilo cisterciense, que genera un espacio de paz y contemplación muy interesante para los viajeros que pasean por él.
Las catedrales se pueden visitar de martes a domingo desde las 10 de la mañana hasta las 13.30. Por la tarde abre sus puertas a las 17 horas para cerrarlas, de nuevo, a las 19.30.
Las murallas
Las murallas de Plasencia son uno de los vestigios más interesantes del pasado medieval de la villa. Como es habitual, la ciudad creció más allá de sus límites, por lo que hoy podemos encontrar estos muros rodeando lo que se considera el casco antiguo del municipio.
Su construcción data del siglo XII y fue un encargo del rey Alfonso VIII de Castilla como espacio defensivo ante los territorios andalusíes. Aunque ha sufrido remodelaciones a lo largo del tiempo, especialmente en la zona de las puertas, lo más llamativo de este monumento es que casi todos sus muros se conservan intactos desde la época original de su construcción.
Esto permite pasear sobre ellos, accediendo a través de la Torre de Lucía, o simplemente caminar a su alrededor y cruzar por distintas puertas como la de Berrozanas, la de Coria o la del Cañón de la Salud, entre otras.
Dentro de la Torre de Lucía, el viajero encontrará además un pequeño centro de interpretación de la muralla, con información clave sobre su historia, el trabajo de restauración, objetos encontrados y todo lo necesario para comprender cómo se ha mantenido, roca sobre roca, a través del paso de los siglos.
El mirador de Sorolla
Plasencia se encuentra ubicada en un entorno privilegiado. En sus inmediaciones se encuentra el famoso Valle del Jerte, pero también otras zonas como el Monfragüe, el Valle de Alagón o Trasierra. Todo ello hace que la pequeña ciudad sea un enclave situado en un paraje natural único.
Por eso, disfrutar de las vistas es algo que debería hacer cualquier persona que se pregunte qué visitar en Plasencia. Y la propia localidad ofrece un espacio perfecto para hacerlo: el mirador de Sorolla.
Lleva ese nombre en honor al pintor romántico, que llegó a la ciudad ya convertido en un gran artista para captar la esencia del Jerte y lo hizo desde el lugar que ahora te recomendamos.
Desde allí podrás ver las murallas, el palacio episcopal, las catedrales o el puente de Trujillo, algunos de los puntos clave que ver en Plasencia.
Además, una reproducción de la obra de Sorolla permite al turista comparar la ciudad que contempló el pintor con la que hoy es. Y confirmar que, pese a los pequeños cambios, el espíritu medieval de Plasencia continúa intacto.
Un café en el parador nacional de turismo
Los paradores nacionales de turismo suelen crear sus hoteles en construcciones privilegiadas y en edificios de gran historia. En el caso de Plasencia, ambas condiciones se cumplen: situado en pleno corazón histórico de la localidad, el parador ocupa el antiguo convento de San Vicente Ferrer.
Probablemente, no habrás visto un hotel de lujo situado en un espacio tan único como este: grandes fachadas de piedra, magníficos techos abovedados, elegantes muros de piedra tallada… Todo ello se abre al visitante, que no necesita alojarse para disfrutar de las zonas comunes de este espacio.
El plan más interesante para conocer esta edificación por dentro es acudir a tomar un café a la cafetería del parador.
De esta manera, se puede disfrutar con tranquilidad en unas cómodas mesas y sillas de inspiración medieval, mientras la mirada se nutre de la belleza de rincones como la escalera volada, que data de 1577 y bajo la que se sitúan la mayoría de mesas de este local.
El acueducto de Plasencia
Aunque no es el más famoso de España, pues este es sin duda alguna el de Segovia, el acueducto de Plasencia también es un excelente ejemplo del ingenio humano a la hora de crear espacios para la vida.
Situado al norte de la ciudad, no es de origen romano, sino que se construyó en el siglo XVI por orden de Juan de Flandes para que el agua pudiera llegar a la ciudad salvando los desniveles de los valles que la circundan.
Actualmente, es un monumento sin uso del que se conservan hasta 55 arcos. El Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma llevan a cabo numerosas actuaciones para mantenerlo en pie y evitar que se degrade, pues es uno de los iconos de Plasencia.
La plaza mayor
Una de las cosas que más interesan al turista que quiere conocer las ciudades clásicas y más antiguas de nuestro país es la plaza mayor de estas localidades.
En el caso de Plasencia, se trata de un espacio porticado donde destacan edificios como el Ayuntamiento, en cuya torre mayor está el autómata que toca las campanas cada media hora. Esta figura representa al abuelo Mayorga, un símbolo de la ciudad que lleva más de 6 siglos ayudando a los habitantes de la ciudad a que no lleguen tarde a sus citas.
Además, el ayuntamiento, que data del siglo XVI, está rodeado por otros edificios señoriales de distintas épocas y es una zona espectacular para tomar una cerveza en una de las muchas terrazas que sacan sus mesas y sillas cada día a la plaza.
El palacio de Mirabel
Otro edificio renacentista que no se puede perder el viajero es el Palacio del Marqués de Mirabel. Construido por orden de la casa de los Zúñiga en el siglo XV, etapa de máxima importancia para la ciudad, se conserva muy bien hasta la actualidad, por lo que en 1977 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Es el edificio civil más grande, imponente e importante del municipio y un ejemplo maravilloso del buen hacer de la arquitectura renacentista y gótica en las familias de la época donde había poder adquisitivo.
Está anexo a la iglesia y convento de Santo Domingo, que hoy es el parador de turismo ya mencionado, y, aunque por el exterior no parezca muy fino y sofisticado, su interior es una oda a la belleza y la armonía.
La visita permite entrar a algunas de las habitaciones y a los jardines, así como disfrutar de piezas de arte como bustos, trofeos de caza e incluso esculturas de época romana extraídas de Mérida y Cáparra.
El museo etnográfico y textil
Más allá del museo catedralicio, situado en el edificio de la catedral vieja, en Plasencia se pueden visitar otras galerías, entre las que destacamos el museo etnográfico y textil, que acoge una colección de ropajes, objetos de labranza, herramientas tradicionales y enseres de uso común del pasado.
Esta muestra está compuesta por fondos encontrados o donados desde todos los puntos de la provincia de Cáceres. Y está ubicada en el Complejo cultural de Santa María, en un espacio de más de tres plantas que recorren el pasado laboral de la región a partir, sobre todo, de la industria más potente de la zona: la textil.
La entrada es gratuita y abre de miércoles a domingo tanto en horario de mañana como de tarde.
Estos son algunos de los lugares más interesantes de todos los que hay que ver en Plasencia. Con estas recomendaciones se puede conocer profundamente la ciudad y, sobre todo, disfrutar combinando las visitas con otros planes como visitar los excelentes restaurantes de la ciudad o conocer algunos de los enclaves naturales más impresionantes del Valle del Jerte.