Tener claro qué ver en Ordesa es lo primero que hay que saber para poder disfrutar de unos días dentro de este enclave natural.
Ordesa y Monte Perdido es un Parque Nacional que se encuentra en Aragón, concretamente en la provincia de Huesca, entre los municipios de Torla y Bielsa. Conforma un paisaje que destaca por sus grandes contrastes, en el que encontramos desde zonas áridas hasta zonas de alta montaña, pasando por valles cubiertos de bosques y grandes cañones y barrancos.
Para disfrutar al máximo de tu experiencia en esta zona, aquí tienes algunos de los puntos clave que no puedes pasar por alto.
Torla
Cuando se trata de qué ver en Ordesa y Monte Perdido, lo mejor es empezar la visita por Torla, el municipio dentro del que se encuentra la mayor parte de este parque.
Se encuentra situado a 1032 metros de altitud y uno de sus grandes atractivos es que sigue conservando la arquitectura pirenaica tradicional. Desde allí salen algunas de las rutas senderistas más importantes de la región, como la que lleva a la Cascada de la Cola de Caballo.
Torla tiene un patrimonio arquitectónico muy importante. De hecho, en la plaza mayor todavía se puede observar un edificio del siglo XIII. También destacables son las chimeneas con espantabrujas, las ventanas con arco gremial y las piedras encima de las puertas. Un paseo por sus calles es sinónimo de descubrir cosas nuevas en cada rincón.
Uno de los edificios que no puedes dejar de visitar es la Iglesia del Salvador, que en su momento también fue un castillo. Dentro se encuentra el Museo Etnológico, que te permite conocer un poco mejor cómo era la vida cotidiana en el Pirineo unos siglos atrás.
En la zona también puedes hacer turismo por otros pueblos de corte medieval como Broto, Fiscal, Boltaña o Aínsa.
Rutas de senderismo
Tratándose de qué hacer en Ordesa, debes saber que el senderismo es una de las actividades más importantes en esta región. Lo bueno es que hay rutas de muy diverso tipo y puedes elegir la que mejor se adapte a tus condiciones.
La ruta de las ermitas románicas de Tella es muy sencilla y la pueden hacer incluso niños. Se trata de un recorrido circular que dura poco más de una hora y durante el que se puede disfrutar de vistas espectaculares.
A lo largo del camino puedes hacer una parada técnica en el dolmen de Tella, y también es posible realizar una visita a la Cueva del Oso Cavernario, que está especialmente recomendada para quienes viajan con niños.
Saliendo desde Torla puedes optar por la ruta de la Cascada de Cola de Caballo, que fue catalogada por el diario británico The Guardian como “la más bella del mundo”. Son un total de 17,5 kilómetros con un desnivel acumulado de 500 metros.
Esta es una de las excursiones más populares de la región, porque permite conocer el parque de Ordesa y Monte Perdido desde dentro. El camino es largo, pero no es complejo, y suele estar bastante concurrido durante todo el año, especialmente durante el verano.
Otras alternativas para caminar y conocer mejor este enclave natural son:
- Ruta de los picos del infierno.
- Ruta del cañón y del desfiladero del Añisclo,
- Ruta de las cascadas del Cinca y de la Larri.
Observación de flora y fauna
Monte Perdido, en Huesca, es el hogar de muchas especies animales y vegetales. Así que es el escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza en estado puro y conocer un poco mejor la biodiversidad de la zona.
Aunque siempre es buen momento para visitar este parque, el otoño es un momento muy especial porque la naturaleza empieza a cambiar sus colores, y al verde de los árboles se van sumando el rosado y el amarillo que avisan de que el frío está por llegar.
Mirando hacia el cielo, podemos observar un ave tan magnífica como el quebrantahuesos, que es difícil de ver en otros lugares. Pero también la perdiz nival o el urogallo. Sin lugar a dudas, una visita a este parque requiere llevar un buen juego de prismáticos en la mochila.
Tampoco sería raro que en tu ruta te topases con marmotas o sarrios, dos mamíferos que acostumbran a pasear por las praderas de Monte Perdido.
El Tozal del Mallo
Este espectacular risco es uno de los puntos más destacados de esta región. Un imprescindible cuando hablamos de qué visitar en Ordesa y Monte Perdido. Es una montaña que se eleva más de 300 metros y cuya pared sur es una de las zonas más populares para los escaladores.
Muchos comparan el Tozal del Mallo con el monte Capitán del valle estadounidense de Yosemite. Sin lugar a dudas, merece la pena acercarse para verlo más de cerca. Subirlo ya es otra cosa, puesto que para ascender a la cima es necesario tener conocimientos de montaña y estar en muy buena forma física.
Faja de las Flores
Las fajas son repisas horizontales que cruzan paredes rocosas de mucha altura, así que no son recomendables para quienes tienen vértigo. Una de las más populares y bellas es la Faja de las Flores, a 250 metros de altura, en las paredes del Gallinero.
Muchos la califican como el sendero más bonito de los Pirineos, porque desde él se puede obtener una vista espectacular del Parque Nacional. Además, durante el paseo es posible observar flores como los lirios o las gencianas, de ahí el nombre de esta faja.
Para llegar hasta la Faja de las Flores hay que superar un desnivel de 1100 metros y luego recorrer una senda estrecha. En total, la jornada puede extenderse durante unas ocho horas, así que no es recomendable para quienes no tienen experiencia.
Gastronomía de montaña
Después de pasar el día en plena naturaleza o visitando los pueblos de la zona, está claro que el hambre va a hacer acto de presencia. Y nada mejor que reponer fuerzas disfrutando de la gastronomía montañesa, conformada por platos tradicionales elaborados con productos de la tierra. Entre los clásicos hay que destacar la sopa de ajos, las migas del pastor y la ternera del valle de Broto.
Como has podido comprobar, cuando hablamos de qué ver en Ordesa, el visitante tiene mucho entre lo que elegir. Estos son solo algunos de los puntos más destacados para disfrutar de un magnífico Parque Nacional que ofrece alternativas para todo tipo de personas.