Descubre todo lo que ver en Melilla en dos días y su increíble historia
Melilla es la ciudad de las culturas por excelencia. No encontrarás ninguna otra ciudad española donde haya más personas cristianas, musulmanas, judías e hindúes a la vez por metro cuadrado, ni siquiera en Ceuta. Y es que a pesar de ser bastante pequeña, cada barrio es un mundo en esta ciudad de poco más de 12 kilómetros cuadrados. Si estás pensando visitar esta ciudad autónoma próximamente y aún no sabes qué ver en Melilla, te ayudamos con esta tarea. ¡Toma nota!
Breve historia de Melilla
Ceuta y Melilla son las dos únicas ciudades pertenecientes a la Unión Europea que se encuentran en el continente africano. Esta última se encuentra a 130 kilómetros de la costa española, concretamente en la región del Rif, y limita con el mar de Alborán y con Marruecos.
La historia de Melilla es más fascinante de lo que pudiera parecer. Fue fundada por los fenicios en el siglo VIII a. C. y formó parte del Imperio cartaginés. Además, también fue invadida por los romanos, como ocurrió con el resto del norte de África. Después, pasó a formar parte de la Hispania visigoda.
En 1497 se integró a la corona de Castilla, y en 1773, el sultán marroquí Mohammed III decidió conquistar las plazas cristianas del norte de África. No obstante, España supo defender su posesión con la ayuda de los británicos. Después de la guerra de Marruecos, el establecimiento del protectorado español fue muy positivo para la economía de la ciudad.
Qué ver en Melilla
Antes de explicar qué ver en Melilla, es fundamental que sepas cómo llegar a la ciudad. Teniendo en cuenta que se encuentra más lejos de la península que Ceuta, también se tarda algo más en llegar, pero todo dependerá del medio de transporte elegido.
En caso de que viajes en avión, deberás saber que existen vuelos desde los aeropuertos de Málaga, Almería, Granada y Madrid. Mientras que desde las tres primeras ciudades mencionadas se tarda aproximadamente media hora, desde Madrid tardarás una hora y 45 minutos. También puedes valorar la opción de volar directamente a Nador y, desde allí, cruzar la frontera en taxi.
Por otro lado, existe la opción de viajar en ferri desde Málaga, Almería o Motril, pero tardará bastante más. Los ferris lentos tardan unas ocho horas, mientras que los rápidos llegan a su destino en unas cuatro horas.
Playas de Melilla
El encanto de sus playas hace que sean unos de los lugares imprescindibles que visitar en Melilla. Sus costas, bañadas por el mar Mediterráneo, tienen un encanto especial que no te puedes perder. Algunas de sus playas más recomendables son la Ensenada de los Galápagos y la cala de Trápana, dos sitios paradisiacos que ni te imaginas encontrar en la ciudad. Sus aguas cristalinas no te dejarán indiferente, y ya solo por esto, merece la pena visitar Melilla.
Y si hablamos de playas urbanas, no te puedes perder la playa de La Hípica, que es la playa más conocida de toda la ciudad; la playa del Hipódromo, la playa de Los Cárabos, que se caracteriza por ser poco profunda; o la playa de San Lorenzo, que resulta ideal para practicar deporte.
Por último, aunque no sea una playa como tal, no podíamos olvidarnos de los Cortados de Aguadú, unos acantilados con unas vistas increíbles donde podrás observar una gran diversidad de aves.
Puerto deportivo de Melilla
Si vas a visitar Melilla, no te puedes ir de la ciudad sin visitar su puerto deportivo, que se inauguró a principios de 1997 y cuenta con una capacidad para 397 embarcaciones deportivas y de recreo.
Este puerto, conocido como Puerto Noray, es un lugar perfecto para pasear y desconectar, y cuando cae la noche, es un excelente sitio para disfrutar de sus restaurantes, pubs y discotecas.
Ciudad vieja de Melilla
La ciudad vieja es una visita más que obligada para todas aquellas personas que visiten Melilla. De hecho, es de las primeras cosas que ver en Melilla dada su importancia. La metrópolis fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1953 y se trata en realidad de una fortaleza construida sobre un peñón que se adentra en el Mediterráneo. Sin duda, no hay nada como visitar esta zona al atardecer.
Tampoco te puedes perder las Cuevas del Conventico, situadas en la Muralla de la Cruz. Si desciendes por estas cuevas, podrás ver los acantilados de Trápana y su playa. Y, por supuesto, no te puedes ir de Melilla sin conocer su famoso faro. El Faro de Melilla se encuentra en el punto más oriental de la fortificación del Primer Recinto y, junto a los cañones, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Centro urbano de Melilla
Aunque no lo creas, Melilla es la segunda ciudad española con más edificios modernistas, tan solo por detrás de Barcelona, y es que fue el arquitecto catalán Enrique Nieto y Nieto, discípulo de Gaudí, el encargado de llevar este estilo a principios del siglo XX a la ciudad del norte de África. Algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad son el edificio La Reconquista, el edificio El Acueducto, el Palacio de la Asamblea, la Casa de los Cristales, la Casa Tortosa, la Cámara de Comercio o la Redacción de El Telegrama del Rif.
Otros de los lugares de Melilla que no te puedes perder son la Plaza de España, la avenida Juan Carlos I y la avenida del Ejército Español, que son las dos arterias principales de la ciudad. Y si hablamos de teatros, el Teatro de Melilla y el Teatro Kursaal-Fernando Arrabal, donde además te animamos a ver algún espectáculo, merecen una visita. Además, como curiosidad te invitamos a visitar la plaza de toros, ya que es la única de toda África.
Mercado Central de Melilla
Si hay una buena forma de conocer una ciudad es por su gastronomía. El Mercado Central de Melilla huele bien y sabe mejor. En este lugar encontrarás comida muy variada en puestos regentados por tenderos de diferentes culturas: desde pescado fresco hasta verduras, carnes y especias de todo tipo. Sin duda, resulta un lugar imprescindible que ver en Melilla.
Parques de Melilla
La ciudad cuenta con varios parques urbanos, pero si tuviéramos que quedarnos solo con dos, destacaríamos el Parque Hernández, que cuenta con muchas plantas exóticas y estatuas de personajes reconocidos, como Lope de Vega, Félix Rodríguez de la Fuente o Fernando Arrabal; y el Parque Cándido Lobera, con cascadas, pérgolas y un estanque. Ambos son ideales para pasear y estar un poquito más cerca de la naturaleza.
Ruta de los Templos
La ruta empieza en la Plaza de las Cuatro Culturas, que rinde homenaje a las comunidades cristiana, musulmana, judía e hindú. Desde aquí podrás llegar a diferentes templos, como la Iglesia de la Purísima Concepción —la más antigua de la ciudad—, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, la Mezquita Zawiya Al-Awiya o la Mezquita Central.
Pero esto no es todo, ya que aunque la ciudad cuenta con muchísimas iglesias y mezquitas, también hay algunas sinagogas, como la Sinagoga Yamín Benarroch, y templos hindúes, como el Templo Hindú Mandir.
Fuerte de Rostrogordo
Este fuerte se encuentra en los Pinares de Rostrogordo, en el norte de Melilla. Se construyó para defender la ciudad del ataque de los rifeños, pero cuando se reformó, se convirtió en el Parque de Ocio y Deporte El Fuerte. Allí encontrarás piscinas, canchas de tenis y hasta atracciones para los más pequeños. Está considerado Bien de Interés Cultural y merece mucho la pena visitarlo por las muchas actividades que allí se pueden hacer, pero también para hacerte idea de cómo eran los elementos defensivos de la época.
En cuanto al pulmón verde de Melilla, el Parque Periurbano de Rostrogordo, es perfecto para pasar el día si te gusta la naturaleza, ya que sus 350 000 metros cuadrados de pinos dan para mucho. Eso sí, debes tener en cuenta que no se puede acceder fácilmente si no es con algún medio de transporte, pues está alejado del centro.
Qué planes puedes hacer en Melilla
Son muchos los planes que se pueden hacer en una ciudad como Melilla por muy pequeña que sea, pero si quieres que te recomendemos cosas típicas de Melilla que no te puedes perder, echa un vistazo a lo que te vamos a contar.
Disfrutar de su arquitectura e historia
Sus edificios, como ya hemos mencionado anteriormente, impresionan a cualquiera cuando llega a la ciudad por primera vez. Y es que nadie se espera encontrar edificios modernistas que, junto con otros estilos, hacen de la arquitectura de esta ciudad algo único en el mundo. Además, no solo el art nouveau es lo único que se puede encontrar, sino que el art déco también se encuentra en la ciudad.
Por este motivo, nuestra recomendación es que dediques un día para visitar tantos edificios como puedas de los estilos que más te gusten. Y otra maravilla que también deberías visitar para conocer mejor el pasado de la ciudad es el Museo de Arqueología e Historia de Melilla, que consta de tres plantas. Si eres fan de la cultura y la arquitectura, ¡no podrás disfrutar más!
Degustar su amplia gastronomía
Si hay algo que gusta a todo el mundo —bueno, a casi todo el mundo por no generalizar— es comer. Pues bien, en Melilla podrás probar sabores nuevos que probablemente no encontrarás en muchas ciudades de la península. Encontrarás platos europeos, pero también africanos, y no te puedes ir de la ciudad sin probar sus sabrosas y económicas tapas. Además, si te gusta la comida marroquí, Melilla es un buen lugar para saborearla: atrévete a degustar unos pinchos morunos con cuscús, una pastela y, para finalizar, un buen té verde con hierbabuena. ¡Simplemente delicioso!
Qué no debes perderte de Melilla
A continuación te indicamos qué otras cosas puedes aprovechar para hacer si vienes de visita a Melilla.
Frontera de Melilla
Si vas a estar más de dos días en la ciudad y quieres darte una pequeña escapada, ¿qué tal si cruzas la frontera? Al otro lado de la frontera más grande de España se encuentra Nador, una ciudad marroquí que fue fundada por los españoles a principios del siglo XX y que también merece mucho la pena visitar.
Por otro lado, también podrás ir a Alhucemas, otra antigua ciudad española con unas playas envidiables. Además, en cualquiera de estas dos ciudades podrás visitar un auténtico zoco árabe o un hammam.
Alrededores de Melilla
Si hay un lugar destacado en los alrededores de Melilla es el monte Gurugú, que en realidad se encuentra en territorio marroquí. Desde allí podrás ver unas vistas increíbles de toda la ciudad y, según cuentan, en lo más alto te puedes topar con monos. Por otro lado, existe otra buena opción si te gusta la naturaleza: visitar el cabo de Tres Forcas, también en Marruecos, y pasar el día en una de sus increíbles y vírgenes playas.
En definitiva, si no sabías qué ver en Melilla, con esta guía te aseguramos que disfrutarás de la ciudad como no imaginabas que lo harías. ¡Toma nota de todo y prepárate para todo lo que te espera al otro lado del mar!