Jerez de la Frontera

Qué ver en Jerez de la Frontera: la tierra del vino y el flamenco

Jerez de la Frontera es, con toda seguridad, una de las ciudades más genuinas de toda España. Custodia del arte flamenco, reina del duende y «madre» de vinos generosos únicos en el mundo, esta ciudad gaditana situada cerca del mar se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos para quienes desean vivir el verdadero espíritu de Andalucía.

Cualquier persona que se pregunte qué ver en Jerez de la Frontera debe saber que este es un espacio prácticamente infinito donde la historia se da la mano con la cultura, la gastronomía y la música de manera constante. Por eso, quien llega a esta localidad de 230 000 habitantes se enamora para siempre.

¿Qué visitar en Jerez de la Frontera? Te ofrecemos una lista de lugares imprescindibles, a los que podrás sumar otra serie de planes adicionales que te permitirán experimentar en primera persona toda la esencia de esta tierra.

Qué ver en Jerez de la Frontera.

Qué ver en Jerez de la Frontera

En sus amplias dimensiones –es la vigésimo sexta ciudad más grande de España–, Jerez de la Frontera está llena de rincones, plazas, museos e iglesias que visitar. En esta selección te ofrecemos los puntos más interesantes, que deberían formar parte de una lista de Jerez en la Frontera de cosas que ver.

Alcázar de Jerez

Jerez cuenta con más de 3000 años de historia. Por eso se cuenta como una de las principales urbes del país y, también por ello, cuenta con una construcción tan impresionante como su alcázar.

Este edificio defensivo data del siglo XII y está situado en la zona más alta de la ciudad. En su tiempo, era el principal punto de seguridad contra las invasiones o los ataques enemigos, ya que de él nacían hasta cuatro kilómetros de muros insalvables que custodiaban la medina.

En la actualidad, el alcázar de Jerez de la Frontera está considerado como uno de los vestigios más importantes de la arquitectura almohade de toda la península.

Ya desde la propia puerta el visitante se da cuenta de que está en un lugar único, por su belleza. Pese a ser un edificio cuyo objetivo era funcional y no decorativo, pasear por el patio de armas, la mezquita o el molino de aceite, todavía conservados, permite que los ojos del turista se maravillen con la riqueza constructiva de hace nueve siglos.

El conjunto del Alcázar de Jerez tiene una tarifa de 5 euros en entrada general, con reducciones para grupos, pensionistas y estudiantes. Además, los lunes ofrece unas horas de acceso gratuito que cambian en temporada de invierno y de verano.

Plaza del Arenal

La plaza del Arenal es uno de los puntos icónicos de la ciudad andaluza. Pese a no tener ningún monumento especial, es uno de los centros neurálgicos de la ciudad tanto para los jerezanos y las jerezanas como para los turistas. Y, además, tiene un encanto de «plaza de pueblo» que la hace muy entrañable.

Llena de terrazas, en ella está la Oficina de Turismo, que utiliza el singular edificio de la Alhóndiga. Además, en el centro hay una escultura de Manuel Primo de Rivera, un dictador español que nació en esa ciudad.

Catedral de Jerez de la Frontera

La catedral de Jerez es una de esas cosas que ver en Jerez sí o sí. El edificio religioso se comenzó a construir en el siglo XVII y es una curiosa mezcla de tres modelos constructivos: el gótico, el barroco y el neoclásico.

Impresiona su imafronte, profusamente decorado, así como las capillas de la Inmaculada o de las Ánimas, donde está el conocido Cristo de la Viga, una obra del siglo XIV que es una de las señas de identidad religiosas de la urbe.

La catedral se levanta sobre una antigua iglesia, conocida como la iglesia del Salvador, así como sobre los restos de la primitiva Mezquita Mayor de Jerez. Esto hace que el lugar respire un ambiente espiritual muy distinto, debido a la mezcolanza histórica.

Abre todos los días de diez de la mañana a ocho de la tarde, excepto los domingos, donde se retrasa la apertura hasta las 13 horas. El precio de acceso es 8 euros para la entrada general.

Iglesia de San Miguel

De igual importancia, desde el punto de vista religioso, artístico y cultural, es la iglesia de San Miguel. Esta es otra de los espacios imprescindibles que visitar en Jerez de la Frontera.

Este templo, que está situado en una plaza con el mismo nombre en un barrio que también está dedicado al santo, presenta unas dimensiones mayores que la propia catedral, lo que ya da muestras de su importancia.

Data del siglo XV, cuando se levantaron sus primeros muros, aunque su construcción se demoraría por varios siglos. Esto no hace más que dotar a la estructura de motivos arquitectónicos tanto del gótico como del renacimiento y del barroco.

El altar mayor contrasta con la sobriedad del resto del templo, donde predomina la piedra y la sobriedad decorativa de las pocas pasadas, pese a que en cada rincón se puede encontrar un interesante detalle.

San Miguel abre de martes a sábado solo en horario de mañana: desde las 10.30 hasta las 13.30 se puede disfrutar de este lugar, que tiene una entrada general de 4 euros por persona.

Cartuja de Santa María de la Defensión

Mucho debe Jerez de la Frontera a sus edificios religiosos, que verdaderamente dotan a la ciudad de un ambiente único. El último que te invitamos a disfrutar es la Cartuja de Santa María de la Defensión.

Para llegar a este lugar hay que alejarse unos kilómetros del centro de la ciudad. Eso dota al conjunto de un halo de paz y tranquilidad propicio para el recogimiento y la fe. Así debió pensar también Álvaro Obertos de Valeto, el fundador de este lugar de culto en 1453.

Configurado como un monasterio cartujo, fue abandonado en el siglo XIX y recuperado por los propios vecinos de Jerez de la Frontera en 1948 para los monjes.

Pasear por las distintas edificaciones del conjunto ofrece al viajero la oportunidad de conocer cómo era la vida de una de las congregaciones monásticas más rígidas de la iglesia católica, a la vez que se disfruta de la riqueza decorativa de las construcciones.

El acceso a los jardines y patios es posible a diario desde las 7 de la mañana hasta las seis de la tarde. Además, se puede acudir a los oficios religiosos, que se celebran diferentes días en diferentes horarios, que es mejor consultar en la oficina de turismo de la ciudad.

Cámara oscura de Jerez

Jerez de la Frontera también ofrece multitud de museos, entre los que cabe destacar la Cámara Oscura.

Esta es una experiencia muy curiosa que se puede vivir en la torre del Alcázar. ¿En qué consiste? En un sistema de lentes que permiten ver, desde el interior de un edificio sin ventanas, todo lo que ocurre en el exterior.

Para ello, la sala se queda completamente a oscuras y está pintada de negro. Una gran lente situada en lo alto de la torre comienza a captar las imágenes y, como si de un proyector se tratara, las lanza al interior del edificio en tiempo real.

Es muy interesante buscar un hueco en alguna de las sesiones que se celebran cada día en esta torre, ya que las vistas desde esa zona de gran altura de la ciudad son absolutamente privilegiadas.

Otros museos de Jerez de la Frontera

Aunque lo más interesante de Jerez es pasear y, sobre todo, vivir la ciudad, existen unos cuantos museos que se pueden tener en cuenta. Esto dependerá, especialmente, de si se es aficionado al mundo que reflejan, ya que son de temáticas muy específicas.

Destaca el Museo Taurino, el del Arte Ecuestre o incluso el Museo del Enganche, todos relacionados con la cultura más vinculada al pasado, presente y futuro de la ciudad.

El vino de Jerez de la Frontera.

Qué hacer para disfrutar de toda la esencia de Jerez

Jerez es una ciudad viva y en plena ebullición. Sin duda, más allá de las visitas turísticas recomendadas, es importante preguntarse qué hacer en Jerez para llevarse todo el sabor de la ciudad encima cuando se regrese a casa. En este sentido, hay que tener en cuenta las dos recomendaciones siguientes:

Visitar bodegas

Jerez es reconocida a nivel mundial por la producción de un particular vino que se sale de la clásica diferenciación entre tintos, blancos y rosados.

Esto ha hecho que Jerez de la Frontera se convierta en destino obligado para los amantes del fino y de la manzanilla, que acuden a la ciudad para visitar bodegas como Albariza de la Torre, Pérez Morilla o Tío Pepe, que se cuentan entre las más populares del planeta.

Estos lugares ofrecen catas, pero también visitas a la bodega y a la zona de producción, para conocer todo lo que tiene que ver con la producción de estos caldos tan especiales.

Vivir el flamenco

La otra pata sobre la que se sostiene Jerez de la Frontera es el flamenco. Aquí este arte no es algo pensado para los escenarios, sino que bulle en la calle, en cada esquina. No por otra cosa la ciudad ha dado a grandes genios como el de Lola Flores, el Capullo de Jerez o José Merce.

Para el turista existen muchos tablaos y tabancos en los que beber un fino, tomar algo de comer y, a la vez, dejar pasar las horas bajo el hechizo del duende flamenco. ¿Ejemplos? Los tabancos El Pasaje o a la Feria, así como el tablao Puro Arte, que tienen una extensa programación y que, más allá de ello, permiten que en cualquier momento surja la magia y alguien se arranque por bulerías, soleas y seguiriyas.

Todos estos lugares y planes que ver en Jerez de la Frontera permiten llevarse una panorámica muy completa de una ciudad que enamora hasta las trancas a cualquier visitante apasionado por la cultura andaluza. ¡Con estas recomendaciones puedes montar un viaje de diez a este rincón tan especial de España!

El flamenco en Jerez de la Frontera.

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