Pueblos medievales de Cataluña

Cuáles son los pueblos medievales de Cataluña más bonitos

Los pueblos medievales de Cataluña representan un enorme atractivo para muchos visitantes que prefieren este tipo de turismo. Esta geografía está salpicada por ciudades llenas de encanto para perderse y descubrir cada uno de sus rincones. Esta Comunidad Autónoma se expandió durante la Edad Media y, hoy en día, sigue conservando esa identidad que la hace única. En esta guía de viaje, te ofrecemos algunas paradas, casi obligadas, por si te interesa conocer cada uno de estos tesoros.

Montblanc

Este un pueblo medieval de Cataluña que forma parte de la ruta cisterciense y destaca por sus recintos amurallados, indudablemente, es uno de los más importantes de la región. Hoy en día, sigue luciendo en todo su esplendor, por lo que, es ideal para plantearse una escapada de fin de semana.

La muralla de Montblanc es muy importante y rodea todo el conjunto histórico del pueblo. Esta población encierra una leyenda popular, según se dice, Sant Jordi mató al dragón en sus calles para rescatar a su princesa. Asimismo, otra excursión muy recomendable es visitar las pinturas rupestres y el Monestir de Poblet, actualmente, uno de los monasterios más grandes de España.

Castellfolit de la Roca

Esta localidad está situada en una zona volcánica que pertenece a la Garrocha, concretamente, sobre un risco de basalto que tiene más de 50 metros de altura. Se trata de una muralla natural que ha creado la propia naturaleza sobre la que se ha desarrollado Castellfollit de la Roca. Las principales características de este pueblo es que mide menos de un kilómetro cuadrado.

Después de comprender esta singularidad, esto no quiere decir que su patrimonio no sea de interés. Su casco antiguo está formado por calles muy estrechas de origen medieval y entre sus monumentos nos encontramos con la Iglesia de San Salvador, que ha sido remodelada en varias ocasiones. Asimismo, el Museo del Embutido incluye una muestra histórica de la conservación de la carne y el Museo del Vietnam alberga una colección privada con piezas relacionadas con este conflicto bélico.

Besalú

En esta ruta por los pueblos medievales en Cataluña, también podemos visitar Besalú. Una localidad muy próxima a Castellfollit de la Roca y que todavía conserva su espíritu medieval. Se accede a través de un puente de piedra como tantos años atrás. Esto nos transporta a un tiempo lejano para perdernos por sus calles empedradas hasta llegar al Monasterio de Sant Pere y a los antiguos baños judíos.

Besalú es un municipio perteneciente a Gerona que tan solo cuenta con unos 2.480 habitantes. En el pasado, cuando fue ocupado por los romanos, fue muy próspero, gracias a la Vía Annia que favorecía las relaciones comerciales. Hoy en día, uno de sus grandes atractivos está en la arquitectura medieval. 

Pals

Esta villa medieval se encuentra situada entre las sierras, en una zona del Mediterráneo, extremadamente bella. Según los documentos contrastados, estas primeras construcciones datan del siglo IX, época en la que fue levantada el castillo, sin duda alguna, el gran custodio de la ciudad en aquel tiempo.

El centro histórico está rodeado por impresionantes llanuras, a diferencia de lo que originalmente fue, ya que se trataba de una zona pantanosa. Una de las visitas más interesantes nos las ofrecen el Museo de Arqueología Submarina y la Torre de las Horas. En este caso, este es uno de los exponentes más importantes y que se caracteriza por ser una construcción de torre románica circular.

Mura

En el mismo corazón de Bages, en Barcelona, rescatamos otro de los pueblos medievales de Cataluña, en este caso uno diminuto, pero icónico. Se trata de Mura, una de las mejores opciones para huir del ruido y ajetreo de la ciudad. Es un lugar perfectamente conservado, tal como podemos apreciar en sus casas y calles medievales.

Este pueblo, que se encuentra situado en la entrada del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, es idóneo para hacer rutas y perderse por sus parajes naturales. No obstante, también conserva un patrimonio histórico ejemplar, como la masía de El Puig de la Balma, la ermita de Sant Antoni y la iglesia de Sant Martí.

Monells

Otro de los pueblos medievales de Cataluña que goza de un atractivo particular es Monells, distinguido por ser Patrimonio Cultural Europeo. Se formó alrededor del antiguo castillo de los Vizcondes de Bas, aunque, en la actualidad, solo queda una muralla. En aquel tiempo, el mercado fue un gran motor y un impulso económico de gran importancia para este pueblo.

Los vecinos de Monells se dedican principalmente al turismo, ya que han aprovechado la fortaleza de esa identidad para sacar el mayor partido a sus calles empedradas, torres románicas y recinto amurallado. Asimismo, hay algunas construcciones góticas que también despiertan el interés, como la Plaza del Aceite y la Calle de los Arcos. 

Miravet

En nuestro recorrido por estas tierras de Cataluña seguimos descubriendo algunos parajes únicos que nos llevan hasta Miravet. Una ciudad medieval situada a orillas del río Ebro, donde se asentaron los templarios durante un tiempo. Una de las mayores reliquias es su castillo, declarado como Bien de Interés Cultural. Es de estilo románico cisterciense y está considerado como uno de los más sobresalientes por su arquitectura religiosa y militar.

Este pueblo, que no supera las 700 personas, es de tradición alfarera, por lo que, los amantes de estas piezas pueden conseguir piezas de barro fantásticas. Asimismo, te proponemos conocer el Molino de Miravet, que destaca por su aspecto notorio y disfrutar de un paseo emocionante y divertido a través del río.

Tossa de Mar

Como observamos, no es fácil decidir cuáles de los pueblos medievales de Cataluña es el más bonito. Hay opciones para todos los gustos, por esto, queremos cerrar esta exposición con otra propuesta de gran interés: Tossa de Mar, en Girona. Es una localidad de 5.000 habitantes, situada frente al mar, donde sobresalen tres impresionantes torres cilíndricas: Codolar, Ses Hores y Joanás.

Los amantes de la Edad Media podrán adentrarse entre sus caminos angostos para llegar al Barrio Viejo, que aún conserva toda esta esencia de antaño. Este pueblo está cercano a calas de agua cristalina, por lo que, es un sitio apropiado para descansar y disfrutar de un buen baño bajo el sol.

En conclusión, esperamos que con esta pequeña guía puedas trazar tu propio itinerario y conocer el encanto de cada uno de los pueblos medievales de Cataluña. Cada uno de ellos encierra sus propios secretos, historia y señas de identidad. La elección no es fácil, por ello, te proponemos organizar un planning para aprovechar al máximo tu tiempo libre.

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