Ocho pueblos bonitos de Málaga
Málaga es una de las provincias que más ofrece al turista en Andalucía. Más allá de contar con una de las ciudades más importantes del país, es una región salpicada de pequeños municipios llenos de atractivo natural, histórico, arquitectónico y cultural con los que se pueden montar decenas de rutas temáticas diferentes.
Son muchos los pueblos bonitos de Málaga que se podrían incluir perfectamente en cualquier ruta turística por la zona.
Nosotros hemos seleccionado los ocho municipios que más tienen que ofrecer al viajero: bien sea para una escapada de fin de semana, para visitar varios en un puente o para unas largas vacaciones conociendo la provincia, las opciones aquí destacadas son, con toda seguridad, un acierto para el visitante.
Nerja: historia bajo la tierra
Si hay que comenzar por uno de los pueblos de Málaga más populares tanto para el turismo nacional como para el internacional, ese es, sin duda alguna, Nerja.
Esta localidad, situada a 60 kilómetros al este de la capital, tiene una población de 21 000 habitantes y, por tanto, ofrece un retiro tranquilo para quienes buscan disfrutar del silencio y la paz tanto en verano como en invierno.
De Nerja destacan la calidad de sus playas, que destacan por ofrecer un agua cristalina ideal para nadar o practicar deportes marinos, y su casco antiguo, perfecto para quienes aman la gastronomía más genuina y quieren perderse entre los barecillos que ofrecen buen vino, cocina casera y el mejor ambiente.
Pero lo verdaderamente llamativo de Nerja es su cueva. Se trata de una de las grutas más llamativas de todo el país, debido a la cantidad de estalactitas y estalagmitas que se han formado con el paso de los años.
Con una extensión de más de 5 kilómetros de grutas y caminos subterráneos, la cueva de Nerja cuenta con un escenario único: una columna de 32 metros de altura capaz de dejar sin aliento a niños y mayores.
Júzcar: viajar a un mundo animado
Júzcar es uno de esos «milagros» turísticos que surgen casi sin buscarlo. Dentro de un listado de pueblos bonitos de Málaga, seguro que no hay ningún otro como esta localidad de apenas 250 habitantes perdida entre las montañas de la serranía de Ronda.
¿Cuál es su principal atractivo? Una pista: es conocido como el pueblo de los Pitufos. Y es que en 2011, coincidiendo con el estreno de la película basada en estos clásicos dibujos, se llevó a cabo una campaña de publicidad con la que todas las casas del municipio se pintaron del llamativo color azul de estos personajes.
Desde entonces, este es el primer (y único) «pueblo azul» de Andalucía, lo que ha convertido al pequeño municipio en un imán para los turistas, sobre todo aquellos que viajan con niños pequeños.
A lo largo de la localidad se pueden encontrar diversos murales con los personajes de animación, así como una ruta para niños con tirolinas, rocódromos y otro tipo de juegos infantiles que convertirán la visita en toda una aventura para los peques de la casa.
Pero esto no es lo único que ofrece Júzcar: por su localización en plena naturaleza parten del municipio diversas rutas de senderismo y se pueden practicar distintos deportes de riesgo como el barranquismo.
Por último, se recomienda hacer una visita a la antigua fábrica de hojalata, que hoy es una bodega muy especial donde se elaboran vinos ecológicos, se celebran catas y se puede disfrutar de todo el proceso de elaboración de los caldos.
Ronda: belleza entre montañas
Ronda es otro de los pueblos cerca de Málaga que se pueden visitar con la seguridad de estar eligiendo el destino correcto.
El trayecto desde la ciudad de Málaga hasta Ronda en coche no supera la hora y media por carreteras como la A-367, por lo que es un trayecto cómodo que permite las excursiones de un día desde la capital de la región.
¿Qué se encuentra el turista que se propone conocer a fondo esta localidad? Lo más destacado, sin lugar a dudas, es el famoso Puente Nuevo, que dota de identidad a toda la ciudad. Se trata de una construcción impresionante que une la parte antigua de la ciudad con la nueva, con el detalle de que permite salvar un desnivel de más de 100 metros de altura.
La obra data del siglo XIX y en la actualidad existen varios miradores para disfrutar de él tanto pasando por encima como viéndolo en la distancia.
En Ronda también merece una visita el Palacio Mondragón, un edificio mudéjar del Renacimiento que hoy acoge en sus salas al Museo Municipal de Ronda. Aunque el museo ya de por sí es interesante, la verdadera riqueza del espacio hace que merezca la pena la visita.
Frigiliana: callejuelas de luz blanca
Frigiliana es una de las localidades de Andalucía que mejor representan la famosa arquitectura blanca: las casas encaladas de este pueblo dotan al conjunto de una luminosidad única, que el visitante disfruta en un paseo por el casco histórico de la localidad.
Este pueblecito está pegadito a Nerja, así que se convierte en un complemento perfecto para una excursión más amplia. Sus callecitas intrincadas, llenas de callejones, escaleras y rincones escondidos, destacan por sus pavimentos empedrados y las plantas con las que los vecinos terminan de dar el acento de color a sus inmaculadas fachadas. No por otra cosa Frigiliana está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Málaga.
Es uno de esos lugares a los que merece la pena ir solo a pasear sin rumbo, sin ningún destino por objetivo, solo por el placer de caminar disfrutando de cada detalle que aparece de improviso. Aunque quien lo desee también puede aprovechar la visita para visitar la Iglesia de San Antonio de Padua, en la Calle Real, o el Jardín Botánico de Santa Fiora, que es toda una experiencia.
Mijas: una colonia inglesa
Con casi tres mil años de historia, Mijas es hoy una de las colonias inglesas más importantes de toda Andalucía. La mayor parte de la población de este municipio, a medio camino entre la costa y el interior, se ha desplazado desde las islas británicas por ser uno de los pueblos más bonitos de Málaga.
La localidad, que siempre mira al mar de fondo, es encantadora. De nuevo nos encontramos ante una población encalada de blanco con geranios y otras plantas para decorar cada rincón de las callejuelas.
De especial interés turístico para visitantes nacionales e internacionales es la ermita de la Virgen de la Peña, relacionada con una milagrosa aparición de la virgen en el siglo XVI, así como la ermita de San Sebastián, construida en Mármol extraído de las montañas de la zona.
Pero lo más llamativo, sobre todo para los aficionados a la llamada Fiesta Nacional, es la plaza de toros de la localidad: esta, a diferencia de todos los cosos del país, no es redonda, sino ovalada. Esto se debe a la estrechez de la calle donde la construyeron, que hizo necesaria esta adaptación que la ha convertido en uno de los atractivos turísticos más importantes del pueblo.
Antequera: mirar al pasado
Antequera, con una población de 40 000 habitantes, es uno de los pueblos de mayor tamaño de esta selección.
Situada al norte de la provincia, su gran tamaño se traduce en un amplio abanico de opciones para el viajero que la elige como destino.
En esta localidad, la historia pasada está muy presente, pues son varias las construcciones que datan, especialmente, de la Edad Media. Un ejemplo es el Torreón de Asalto, que formó parte de la muralla defensiva de la urbe en torno al siglo XV y que presenta un estado de conservación excelente.
En esa línea, los turistas que llegan a Antequera suelen dirigirse después a la Alcazaba: esta fortaleza es de origen musulmán y destaca por su arquitectura, que la convirtió en un espacio de imposible acceso en la reconquista. Su localización, en una zona elevada, la convierte en el principal símbolo de Antequera.
Este destino permite viajar más aún al pasado con una atracción turística única: los dólmenes de Antequera.
Estos vestigios prehistóricos están catalogados como Patrimonio Mundial desde 2016 y componen una de las necrópolis de mayor importancia de toda Europa, utilizada hace más de 6000 años por los habitantes del territorio para enterrar y honrar a sus difuntos.
Por último, dentro de los límites geográficos de Antequera se encuentra el paraje de El Torcal, una zona de grandes formaciones kársticas que ofrece un paisaje «marciano» lleno de rutas de senderismo únicas en todo el país.
Por todo ello, es uno de los pueblos bonitos de Málaga más elegidos por los turistas, ya que permite combinar las visitas culturales, el descanso y las actividades deportivas en un único enclave.
Archidona: una arquitectura particular
Para llegar a Archidona en una ruta de pueblos desde Málaga hay que hacer un trayecto de tan solo 58 kilómetros por la AP-46. Se trata de un pequeño paseo hacia el norte de la región que merece mucho la pena, ya que la localidad tiene un carácter propio, muy distinto a los otros pueblos recomendados en este listado.
Para comprobarlo basta con poner en el GPS las coordenadas de la Plaza Ochavada: esta zona ofrece una arquitectura muy particular, donde el blanco típico de los encalados andaluces convive con la piedra natural y el ladrillo visto de un modo bastante llamativo.
De hecho, precisamente por eso esta plaza, que data del siglo XVIII, está considerada como la 1ª Maravilla de Málaga y uno de los atractivos turísticos más importantes de toda la provincia.
Otro de los lugares de interés para el visitante es el Santuario de la Virgen de Gracia. Esta gran ermita está situada en una zona alta del pueblo y levanta sus muros sobre una mezquita andalusí de la Edad Media de la que todavía se conservan bastantes partes como la planta, algunas arcadas, etc.
Desde el punto de vista gastronómico, Archidona también cuenta con algunos puntos que son parada ‘obligatoria’: la localidad tiene pequeños bares de tapas y restaurantes que ofrecen lo mejor de la gastronomía andaluza, donde destacan los platos de cuchara y el gazpachuelo, a base de caldo de pescado.
Alpandeire: aires árabes
Alpandeire está en el corazón del valle de Genal, en la Serranía de Ronda. Es uno de los pueblos de Málaga donde mejor se puede disfrutar de la herencia árabe provocada por la presencia de este pueblo en Andalucía durante siglos.
También está dentro de los catalogados como pueblos blancos de Málaga, pero en este caso lo que más llama la atención del viajero son otro tipo de construcciones.
En concreto, destaca la iglesia de San Antonio de Padua, un templo de enormes dimensiones que fue levantado durante el siglo XVI siguiendo las tendencias arquitectónicas de la época. Es tan grande que se le conoce como la catedral de la serranía y esconde, en sus plantas inferiores, un cementerio con cuerpos momificados.
Las casas del pueblo conviven directamente con la naturaleza del valle, por lo que se convierte en un lugar perfecto para quienes buscan desconectar de todo y vivir una experiencia de vacaciones rurales en el corazón de Andalucía.
Estos son tan solo algunos de los pueblos bonitos de Málaga que podrían formar parte de cualquier ruta de viaje que pretenda descubrir los rincones más interesantes de la región. Calificados como excelentes destinos rurales, todos ellos ofrecen paz y tranquilidad, así como planes para llenar cualquier agenda viajera con actividades culturales y de ocio para llevarse una excelente experiencia.