Tarazona. Uno de los pueblos más bonitos cerca de Zaragoza.

Los pueblos más bonitos de Zaragoza

La ciudad de Zaragoza es conocida en todo el mundo por su emblemática Catedral Basílica de Nuestra Señora del Pilar, enclavada junto al río Ebro. Cada año, el 12 de octubre, reúne a miles de turistas y locales para disfrutar de la festividad que ofrece espectáculos culturales, así como la gran ofrenda de flores para la virgen. Pero su encanto no se limita tan solo a la capital, sino que, a su alrededor se encuentran pueblos bonitos cerca de Zaragoza con un extenso legado histórico.

Estos puntos rurales reflejan la historia y la diversidad cultural de la región, además de ofrecer experiencias muy pintorescas. Desde antiguos callejones de piedra, la esencia musulmana reflejada en los monumentos, hasta los majestuosos paisajes naturales. De esta manera, exploramos siete localidades y sus encantos.

Alhama de Aragón y el encanto de sus aguas termales 

Empezamos el viaje en Alhama de Aragón, un pueblo que se encuentra a una hora de Zaragoza en coche, y que tiene pocos habitantes, pero su encanto termal enamora a todos. Su mayor riqueza reside en las famosas aguas termales, que proporcionan serenidad y desconexión dentro de la naturaleza. De entre las termas con las que cuentan, podemos destacar el mayor lago termal de Europa en Termas Pallarés, que tiene un caudal de aguas cristalinas a 32 °C durante todo el año. El agua que brota proporciona efectos beneficiosos para el cuerpo, y por eso es uno de los mejores enclaves para encontrar una limpieza mental y física

Además de las aguas curativas, el paisaje que rodea al pueblo es espectacular, con montañas y valles que invitan a conectar con la naturaleza. En  el casco antiguo del pueblo se puede ver la esencia musulmana en el castillo o la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora. Este edificio barroco cuenta con una torre de estilo mudéjar, reflejando la unión entre las culturas cristianas y musulmanas que pasaron por el territorio.

Alcalá de Ebro y la ruta de Don Quijote

A 30 minutos de Zaragoza, hacia la zona noroeste encontramos el pequeño pueblo de Alcalá de Ebro. Su origen se remonta a la época musulmana, cuando decidieron fortificar la zona justo al lado del río para defenderse y controlar el tráfico fluvial. El elemento más curioso que lo complementa es la relación entre la localidad y Don Quijote de La Mancha. Parece que Cervantes se alojó a mitad del siglo XVI en el palacio de los duques de Villahermosa, y le inspiró para hacer a Sancho gobernador de Ínsula Barataria.

En honor a la historia española más referente a nivel mundial, junto al paseo con vistas al Ebro, a mitad de los noventa, decidieron colocar una escultura de Sancho Panza. Pero para llegar hasta ella se pueden visitar  lugares como la iglesia barroca de la Santísima Trinidad, caminar o ir en bicicleta por los alrededores del río Jalón que desemboca en el Ebro o descubrir los restos del antiguo castillo musulmán que fue derrocado por Felipe V en el siglo XVIII.

Turista por los pueblos bonitos cerca de Zaragoza.

Tarazona refleja su patrimonio histórico y la tradición local

Otra de las localidades más queridas para visitar es la de Tarazona, lugar que vio nacer al gran Paco Martínez Soria. Callejeando el casco antiguo encontramos la Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, un monumento gótico del siglo XIII o la plaza de toros vieja, una de las más antiguas de España, y diseñada de manera octagonal. Un elemento curioso sobre la plaza es que el edificio que la forma es un conjunto de viviendas y tienen vistas tanto dentro de la arena como fuera de ella.

Sus mercados y fiestas populares son elementos únicos para sumergirse en la cultura local y conocer los detalles del poblado, por ejemplo en la plaza mayor, donde se encuentra el ayuntamiento. Además, Tarazona también cuenta con el espacio que antiguamente habitaban los judíos, que se mantiene en buen estado, y en el límite norte de la vieja judería encontramos las Casas Colgadas donde vivían familias de nobles. Por otro lado, podemos disfrutar del Palacio Episcopal, que antes de él, en el mismo lugar, hubo una fortaleza musulmana, y que al construir el palacio los reyes de Aragón lo utilizaron de residencia.

Tarazona. Pueblo de Zaragoza.

Grisel y sus rutas naturales

A unos 86 kilómetros al noroeste de Zaragoza, Grisel ofrece a los visitantes historia antigua y belleza natural. Para aquellos que sean amantes de las escapadas, el Pozo de los Aines es una de las mejores opciones para explorar. Se trata de una sima caliza de 23 m de profundidad y 32 m de desnivel. Para adentrarse en el pozo se puede optar por descender con una cuerda desde su boca de entrada o por una cueva excavada a un lado. El lugar destaca por sí solo, ya que su interior cuenta con una vegetación única que no se ve fuera. La humedad que se acumula le da vida al interior del Pozo de los Aines, y se pueden observar plantas y enredaderas que visten el fondo del lugar.

Para seguir la ruta natural, cuentan con un mirador en el Monte de La Diezma. Desde lo más alto se puede disfrutar de las vistas de El Moncayo y el Valle del Ebro, además de poder explorar las Casillas de Pico. Estas eran casas que se hacían antiguamente los agricultores con piedra seca, y son elementos distintivos en Grisel, uno de los pueblos bonitos cerca de Zaragoza.

Grisel. Pueblo de Zaragoza.

Daroca, un tesoro medieval en el valle del Jiloca

A unos 90 kilómetros al sur de Zaragoza, Daroca se presenta en el centro del valle del Jiloca, resguardada por su antiguo castillo y sus grandes murallas. El pueblo tuvo la muralla más larga de la actual comunidad, con 4 kilómetros de longitud. Actualmente, los viajeros pueden seguir disfrutando de ella entrando en el casco antiguo por la Puerta Baja o por el Portal de Valencia. El corazón de Daroca se destaca por sus callejones empedrados por los que se puede ir explorando las diferentes iglesias que reinan en el pueblo.

Por un lado, cuentan con la Basílica de Santa María de los Sagrados Corporales o la iglesia de San Juan Bautista, que fue construida sobre una antigua mezquita. Además, se puede descubrir el antiguo Hospital de Santo Domingo, que fue rehabilitado y actualmente acoge el Museo de Arte e Historia de Daroca. También se debe mencionar la icónica fuente de los veinte caños, construida en el siglo XVII, y se encuentra justo al lado de la Puerta Baja.

Daroca. Pueblo de Zaragoza.

Anento: belleza rural y natural

No debemos alejarnos demasiado de la localidad anterior, Daroca, porque en quince minutos llegamos a otro enclave declarado como uno de los pueblos más bonitos de España, Anento. Esta localidad, aunque cuenta con muy pocos habitantes, algo más de 110, esconde belleza natural que atrae a turistas y viajeros con ganas de conectar con la naturaleza. El motivo de esto se llama Aguallueve, un manantial con paredes de piedra y musgo, y que genera un valle verde que se puede disfrutar recorriendo las rutas que lo rodean. Su baño está prohibido, pues con esa agua realizan el riego para mantener los campos, sobre todo ahora que las altas temperaturas sobrecalientan la tierra.

Además de la naturaleza que le rodea, y dando un paseo por el pueblo se revelan detalles encantadores de la historia del arte, por ejemplo, en la iglesia románica de San Blas se encuentra un gran retablo gótico creado por Blasco de Grañén. Esta es una de las mayores obras de retablos, tanto en importancia dentro de Aragón como en tamaño, siendo un espectáculo poder observarlo con detalle.

Anento, pueblo de Zaragoza.

Sos del Rey Católico rememora a Fernando II de Aragón

Terminando el recorrido por los pueblos más bonitos cerca de Zaragoza capital, otro dentro de la lista de los más bonitos de España es Sos del Rey Católico, muy destacado porque en 1452 nació en el Palacio de los Sada, Fernando II de Aragón, el futuro rey Católico. En la parte más alta del pueblo edificaron el primer castillo de madera, que pasó a ser de piedra, y que hoy se puede disfrutar de la Torre del Homenaje que está rehabilitada. Mientras se desciende, se recorren las callejuelas de la antigua judería, con calles muy inclinadas, de las que algunas de ellas no tienen salida y hay que retroceder, o de la lonja medieval

Como hemos mencionado, uno de sus monumentos más destacados es el Palacio de Sada, una obra del renacimiento que actualmente alberga un museo dedicado a la cultura local y la figura del rey. Además, la localidad fue escenario de la película La Vaquilla, y han dedicado exposiciones hablando sobre ella, así como los lugares concretos donde actores de renombre como Alfredo Landa o José Sacristán, así como el director, Luis García Berlanga, rodaron las escenas.

Tal y como hemos podido ir viendo, estos son algunos de los muchos pueblos bonitos cerca de Zaragoza. Para aquellos viajeros que sean amantes del turismo rural, estas opciones son perfectas para disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza. Además, a través de ellos también se descubre el legado histórico que se refleja a través de los monumentos, convirtiendo la escapada en una experiencia imborrable fuera de la capital.

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