Piscinas naturales de Extremadura: dónde disfrutar del buen tiempo
Con la llegada del buen tiempo llega el momento de mirar a la naturaleza y hacer planes que aprovechen lo mejor del entorno: rutas de senderismo, deporte de aventura o una excursión a las mejores piscinas naturales de la región para refrescarse son opciones que triunfan todos los veranos.
En ese sentido, las piscinas naturales de Extremadura se encuentan entre las más populares del país. La originalidad de los espacios donde están algunas de ellas, la calidad de sus aguas y el hecho de que mucha gente elige esta comunidad autónoma como destino vacacional son motivos más que suficientes como para otorgarles ese título.
¿Cuáles son las piscinas naturales de Extremadura más interesantes? ¿Cuáles incluirían los vecinos como las piscinas naturales en Badajoz imprescindibles? ¿Qué piscinas naturales de Cáceres hay que visitar sí o sí? Este es un completo listado que incluye lo mejor del baño en plena naturaleza en Extremadura.
Playa de Orellana: una bandera azul lejos del mar
¿Y si empezamos este listado de piscinas naturales de Extremadura con una playa que goza de una bandera azul? Para ello hay que dirigirse al municipio de Orellana La Vieja, al norte de la provincia de Badajoz.
Este municipio está muy cerca del embalse de Orellana, que es un espacio rural de aguas cristalinas y muy calmadas, consideradas como un baño perfecto para toda la familia. Se recomienda, eso sí, acceder al agua y al recinto con escarpines o calzado de agua para evitar herirse con el asfalto que cubre toda la zona.
Allí se ha creado una playa de agua dulce que, por su calidad, logró la primera bandera azul de España en un espacio de estas características. Esta clasificación se otorga a las zonas de baño de altas prestaciones y gran limpieza, por lo que el visitante ya se puede hacer una idea de lo que se va a encontrar.
Pero eso no es todo, la playa de Orellana está habilitada para la práctica de deportes acuáticos como el piragüismo o incluso la vela. También tiene zonas de chiringuitos, restaurantes e incluso espacios para poner la toalla y la sombrilla para disfrutar de un día de playa… en mitad de la península.
El coche se puede dejar relativamente cerca en una zona azul que cuesta menos de tres euros para quienes deciden aparcar su vehículo el día completo.
Piscinas naturales de La Codosera
Viajamos ahora al noroeste de la provincia para dar con otra de las piscinas de Badajoz más visitadas cada verano: La Codosera. Este enclave natural se encuentra en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Sâo Mamede, en la frontera con Portugal, y ofrece todo lo que alguien puede esperar en verano: una zona tupida de árboles que ofrecen buena sombra, aguas frescas y claras y espacios para relajarse, comer y compartir con los amigos y la familia.
Las piscinas están nutridas por el río Gévora en un espacio que se sitúa a 4 kilómetros del municipio extremeño que les da nombre: La Codosera. El escenario se compone de tres piscinas de diferentes dimensiones y profundidad, por lo que cualquier persona puede encontrar el espacio en el que disfrutar del agua, independientemente de sus necesidades.
Con el paso del tiempo y la popularización de la zona, se ha generado un espacio adaptado con un restaurante, merendero, fuentes y bancos. En verano, eso sí, el ayuntamiento de la localidad marca un horario y un precio para entrar al espacio: de nueve de la mañana a nueve de la noche y con un ticket de entrada de tres euros para adultos y dos para niños.
Entrar con un coche en la zona de aparcamientos tiene un coste adicional de dos euros, salvo que se viaje con una caravana o transporte grande, en cuyo caso el precio asciende a siete euros. Las mascotas no están permitidas.
Playa de Entrerríos
Otra zona magnífica para el baño en Badajoz es la Playa de Entrerríos, una piscina natural situada en el curso del río Zújar a su paso por Entrerríos. Lo más interesante de esta «playa» es que presenta una amplia zona de césped, lo que la diferencia de otras donde hay arena o asfalto.
Además, hay muchos árboles que dan sombra y alivian del efecto del sol directo, un chiringuito e incluso zonas de juegos infantiles para pasar una jornada de ocio en la época estival.
Esta piscina natural de Badajoz fue renovada en 2018, por lo que se encuentra en muy buen estado de mantenimiento. Aunque se trata del curso de un río, las aguas están relativamente calmadas y niños y mayores pueden refrescarse en ella sin problemas.
La zona de baño está situada muy cerca de la localidad, por lo que llegar a ella en coche es fácil y no requiere de pagos adicionales para aparcar. Además, se puede llegar caminando desde el centro de la población en menos de diez minutos.
Charca de Zalamea
Pequeñita y muy coqueta es esta última piscina natural que recomendamos visitar en Badajoz: la charca de Zalamea.
Esta zona de baño se ha generado en torno al llamado embalse de Zalamea, una acumulación de agua que se retiene del curso del río Ortiga desde el siglo XVIII gracias a la construcción de una presa.
Cuenta con un espacio habilitado para el baño que toma especial protagonismo el segundo domingo de julio por ser escenario de la Romería de San Cristóbal.
Cerca de la zona de baño hay un local de restauración e incluso una instalación de turismo rural que mucha gente utiliza para pasar algunos días de vacaciones.
Se puede llegar fácilmente al embalse con el coche y aparcar muy cerca del espacio de ocio, por lo que es el lugar favorito de gente de las localidades de Higuera de la Serena o Zalamea de la Serena para pasar los largos días de calor del verano extremeño.
Piscina del Jevero
Cáceres también cuenta con una amplia selección de piscinas naturales de Extramadura entre las que destacan algunas como la del Acebo.
Acebo es una pequeña localidad extremeña de apenas 600 habitantes, situada a una hora de Plasencia, en la Sierra de Gata. La población cuenta con varias piscinas naturales entre las que destaca el Jevero, a tan solo dos kilómetros del núcleo del municipio.
Con 22 grados de temperatura media, el Jevero se llena de agua del río Carreciá, rodeada de zonas de césped y sombras creadas por la flora de la zona. Tiene aparcamiento, zona de barbacoas y la entrada es gratuita.
Las aguas son cristalinas y la base de la piscina de fina arena, con lo que el baño resulta mucho más cómodo de lo que es habitual en este tipo de espacios situados en plena naturaleza.
Garganta de los infiernos
La Garganta de los Infiernos combina la posibilidad de un buen baño con una visita espectacular para quienes quieren gozar de los accidentes geográficos únicos y de las bonitas piscinas naturales de Extremadura.
Para descubrir de qué se trata, hay que desplazarse hasta el valle del Jerte, partiendo de la localidad de la que toma el nombre. Allí hay un espacio conocido como Garganta de los Infiernos, que forma parte de una de las muchas rutas de senderismo populares en la zona.
Catalogada como reserva natural, la garganta cuenta con una sucesión de saltos de agua, cascadas y pozas conocida como Los Pilones, que ofrecen un paisaje «extraterrestre» en el que los viajeros y visitantes se sienten como en una expedición a la luna.
Las pozas son una zona muy interesante para el baño, ya que son pequeñas, cómodas y seguras, aunque se recomienda el baño con calzado de agua para evitar resbalones y caídas.
Por sus características, el acceso es algo más complicado y requiere de una pequeña caminata hasta dar con una piscina libre y adecuada para el baño. Sin embargo, en la entrada de las rutas de senderismo hay un pequeño aparcamiento donde se puede dejar el coche en verano por cinco euros sin ningún tipo de problema.
Piscina de Descargamaría
Seguimos en la Sierra de Gata para hablar de otra de las piscinas naturales de Cáceres más populares: la Piscina natural de Descargamaría. Este pequeño municipio extremeño es una delicia para los amantes de las zonas naturales: sus callejuelas con encanto están situadas en plena sierra y se respira aire puro en todo momento.
¿Qué opción ofrece para el baño? La considerada por muchos como la piscina natural más interesante de toda la región de Cáceres: una gran poza de agua, con cascada incluida, en una zona muy cuidada y decorada, en la que incluso se han instalado pasarelas de acceso para que entrar a bañarse resulte todavía más cómodo.
Tiene un parking gratuito justo al lado y un chiringuito con zona de juego para los peques de la casa, así que resulta una elección muy cómoda entre todas las destacadas en este catálogo de piscinas naturales de Cáceres.
También destaca por estar cerca de algunas rutas de senderismo muy interesantes, que pueden comenzar y finalizar con un refrescante chapuzón en la piscina. Además, al estar situada en el mismo pueblo se hace muy cómoda tanto para los vecinos como para quienes eligen Descargamaría como destino vacacional o escapada rural de fin de semana.
La cantera de Alcántara
Otro paisaje singular, combinado con un buen baño, es el que se encuentran los viajeros que ponen como destino en sus GPS la cantera de Alcántara.
Esta piscina natural de Cáceres está situada a unos seis kilómetros del municipio y se trata de un lago que se ha formado debido a los trabajos de explotación de una cantera de piedra.
El paisaje es absolutamente inédito: permite que los visitantes se bañen en un espacio en el que los cortados fruto de la extracción de roca han generado un particular escenario lleno de belleza.
Respecto al agua, ha surgido naturalmente con el paso del tiempo y es cristalina y muy limpia y fresca. Esto ha hecho que muchas aves rapaces elijan la zona como lugar de descanso, lo que dota al espacio de un atractivo todavía mayor.
Para completar el escenario, la cantera de Alcántara tiene una zona de playa con arena para dejar silletas y sombrillas, aunque la mayor parte del día el espacio cuenta con sombra natural.
Debido a su gran profundidad, incluso se da la oportunidad de practicar buceo: hay algunas empresas que ofrecen unas primeras experiencias en estas aguas controladas, así como la posibilidad de practicar kayak.
Estas son tan solo ocho de las muchísimas piscinas naturales de Extremadura, dos de las provincias con más oferta para los viajeros en este sentido.
Quienes quieran disfrutar de un baño fresco y tranquilo, en aguas dulces y limpias, tienen en Extremadura muchos lugares idóneos. Unas zonas que, además, permiten conocer espacios naturales impresionantes y combinarlo con visitas culturales e históricas a pequeñas poblaciones llenas de encanto.