Obras de Gaudí fuera de Cataluña

4 Obras de Gaudí fuera de Cataluña que debes conocer

Gaudí es sinónimo de Barcelona. La Sagrada Familia, el parque Güell o la Pedrera son algunos de los iconos arquitectónicos del municipio y un sello indiscutible de la impronta del arquitecto modernista en la ciudad condal. 

Pero la fama del artista no se limita a la capital catalana. Ni siquiera al resto de la comunidad autónoma. La importancia de su trabajo fue tal que existen obras de Gaudí fuera de Cataluña que han logrado gran reconocimiento internacional y también son puntos de atracción turística.

Además, gracias al Palacio Episcopal de Astorga, la leonesa Casa de Botines o El Capricho en Comillas es posible conocer la evolución artística del creador, considerado por muchos como el mayor genio del modernismo.

¿Qué obras de Gaudí fuera de Cataluña hay que visitar sí o sí? ¿Cuáles son sus obras más reconocidas en otros puntos del territorio nacional? Repasamos todo el legado de este genio dotado de un talento excepcional para manejar las formas, los colores, los materiales y los volúmenes y convertir meros edificios en auténticas obras de arte.

Catedral de Santa María de Mallorca

Comenzamos el repaso a las obras de Gaudí fuera de Cataluña por Mallorca. Evidentemente, el archipiélago balear comparte muchos lazos culturales con Cataluña, por lo que se entiende que a principios del siglo XX la ciudad de Palma de Mallorca solicitara al escultor el encargo de restaurar el viejo templo, que data originalmente del siglo XIII.

Conocida como La Seu, la catedral isleña necesitaba trabajos de mejora en su interior y Gaudí se encargó de hacerlos entre 1903 y 1914. Lamentablemente, el artista no terminó la obra, pues al fallecer el obispo Pere Campins tuvo numerosas diferencias con el cabildo y decidió no seguir trabajando en la isla.

En el proyecto del modernista lo que más destaca es el traslado del coro a la capilla real. Esto hizo que la nave principal ganara espacio, a la vez que se eliminaba de la zona un recinto delimitado, el coro, que ya no tenía tanto uso.

Además, realizó el baldaquino de cuatro columnas del altar mayor e hizo que las coloridas vidrieras del fondo de la nave se convirtieran en las verdaderas protagonistas del espacio.

Desde el punto de vista conceptual, el objetivo de Gaudí estaba claro, y así se lo presentó en el proyecto al obispo: quería convertir la catedral en un espacio que invitara a la oración. Para ello, se generaría un espacio donde la luz y los colores tuvieran un papel destacado.

Palacio Episcopal de Astorga

Resulta difícil imaginarse al arquitecto catalán viajando hasta la provincia de León, pero la realidad es que fue a la zona y dejó allí parte de su impronta creativa. Lo hizo en el pequeño municipio de Astorga, donde se encargó de la construcción del Palacio Episcopal.

Lo más destacado del Palacio Episcopal es su forma externa, si se compara con el resto de los trabajos más destacados del artista. En este caso, el arquitecto optó por un estilo neogótico, debido a que era tendencia y el propio Gaudí se encontraba en esta etapa creativa.

El resultado es un edificio que recuerda a un castillo de cuento, con muchas influencias de la época medieval. Su interior, sin embargo, tiene aires de iglesia, lo cual genera un interesante contraste que resulta muy llamativo a los visitantes.

La obra tuvo lugar entre 1889 y 1915, y se ubicó donde antes había estado una iglesia construida en el siglo XII que desapareció en 1886 a causa de un incendio. Y, como en el caso de Mallorca, Gaudí tampoco vio concluida su propuesta por desavenencias con el cabildo a la muerte del obispo de la diócesis.

Actualmente, el espacio es sede del Museo de los caminos, con historia de la diócesis, obras de arte sacro, objetos del palacio y exposiciones temporales y espacios para la celebración de eventos.

La Casa Botines en León

Viajamos ahora hasta la capital de la provincia leonesa para dar con la Casa Botines, otra de las obras de Gaudí fuera de Cataluña.

Al igual que ocurre con el Palacio Episcopal, el estilo neogótico es el que reina en este edificio modernista, lo que hace que mucha gente no lo relacione con el genio catalán.

Imaginativa, pero sobria; elegante y contemporánea, la Casa Botines se puso en pie entre los años 1891 y 1892 y está situada junto a la sede de la Diputación de León, en pleno casco antiguo de la ciudad.

Destaca el color de las piedras calizas de sus muros exteriores, así como las cuatro torres que coronan cada una de las esquinas del edificio. Además, pese a localizarse en el centro de la ciudad, el inmueble está rodeado por un foso y en su puerta principal se encuentra una imagen de San Jorge con el dragón impresionante, con más de 3 metros de altura.

Desde el punto de vista arquitectónico está considerada como una genialidad, ya que Gaudí experimentó con técnicas muy innovadoras como la eliminación de los muros de carga y la creación de espacios diáfanos.

Planteada como un almacén de tejidos, la Casa Botines es hoy en día un museo dedicado a la figura de Gaudí y que acoge una exposición de arte de los siglos XIX y XX.

El Capricho de Comillas

Cerramos el repaso a las obras de Gaudí fuera de Cataluña con un viaje a Cantabria, concretamente al municipio de Comillas. Allí hay que dirigirse a la Villa Quijano, una edificación más conocida como El Capricho. Esta es la cuarta obra que el creador modernista realizó más allá de la tierra que le vio nacer. 

El Capricho fue construido entre los años 1883 y 1885. En esta etapa es posible reconocer ciertos materiales, formas y colores que se identifican más con Gaudí, ya que es una obra que forma parte de su periodo orientalista.

Azulejos, arcos mitrales, cúpulas… Todo tiene lugar en este pequeño edificio que fue un encargo del indiano Máximo Díaz de Quijano como vivienda planteada para una persona soltera, pero poderosa y económicamente bien situada: tres plantas, decenas de estancias y elegantes motivos decorativos se distribuyen por un interior en el que la luz natural también es protagonista.

Estos son los cuatro edificios que permiten ‘penetrar’ en la mente creativa del arquitecto más famoso del modernismo español fuera de su ‘contexto natural’. Las obras de Gaudí fuera de Cataluña son escasas, pero verdaderos tesoros para quienes quieren gozar del legado de una persona que ha pasado a la historia por su capacidad de unir técnica y belleza a la hora de construir edificios únicos.

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