Los monumentos naturales de España que no puedes perderte
España cuenta con el privilegio de ser un territorio donde tienen lugar muchos climas y características orográficas distintas en muy poco espacio. Basta con ir de Galicia a Almería para que parezca que se ha recorrido medio planeta: la diferencia entre una zona del país y otra es brutal.
Esto hace que los amantes de los monumentos naturales tengan en nuestro país un amplísimo ‘archivo’ de opciones a las que recurrir cuando quieren deleitarse de algunos de los milagros visuales que ha construido la naturaleza, por sí misma o con ayuda del hombre, con el paso de los siglos.
El patrimonio natural en España es muy rico e interesante. Y sobre esto ha surgido una corriente turística que se centra en recorrer todos los monumentos naturales de España, a la vez que gozan de las ciudades y pueblos cercanos, las distintas gastronomías y los muy diferentes climas.
¿Pero qué es un monumento natural exactamente? ¿Cuáles son los más importantes de toda la geografía nacional? ¿Por qué se consideran un tipo de paisaje protegido? Te contamos qué se considera monumento natural y te descubrimos algunos de los más impresionantes de cuantos hay en nuestras fronteras.
Qué es un monumento natural
El concepto de monumento natural no es algo que haya surgido de manera improvisada por los amantes del turismo rural. De hecho, es una ‘figura’ oficial que está regulada por ley en nuestro país.
En concreto, se define por primera vez en la Real Orden 176/1927, hace casi un siglo. En este texto oficial, aparecido en el BOE, se especificaba que estos eran “aquellos espacios naturales de ámbito restringido que, sin reunir las condiciones necesarias para ser declarados parque nacional, por su belleza, su pintoresquismo, su configuración, sus cualidades fisiográficas o biológicas o por lo agreste de sus características, merezcan, sin embargo, que se les conceda una protección especial”.
Lo podemos decir de otro modo: lugares únicos, frente a los cuales los ojos se abren de par en par para disfrutar de un encanto irrepetible, muy diferente a cualquier otra cosa que se haya visto antes.
A lo largo del último siglo han aparecido diferentes normas municipales, autonómicas y nacionales que han seguido definiendo el concepto de monumentos naturales como paisaje protegido.
Y gracias a ello hoy en día es posible disfrutar de algunas de las postales más singulares del mundo dentro de nuestras fronteras.
Los 6 monumentos naturales más espectaculares de España
Aunque la lista de monumentos naturales es mucho más larga y variada, la mayoría de los amantes de la naturaleza coincide en destacar estos 6 como los más impresionantes del patrimonio natural de España:
La Ciudad Encantada
Cuenca, en la comunidad de Castilla La Mancha, atesora el que probablemente sea uno de los monumentos naturales más famosos de toda Europa: la Ciudad Encantada.
Cientos de miles de personas se desplazan cada año a la pequeña localidad de Valdecabras, a menos de media hora de la capital de la provincia, para disfrutar de este enclave único.
Se trata de un bosque en el que se acumulan unas cuantas formaciones rocosas del periodo kárstico. Esto dota a esas rocas de formas totalmente inusuales y maravillosas que recuerdan a animales como la foca o los osos, a objetos como los barcos o incluso recrean imágenes teatrales como la lucha entre el elefante y el cocodrilo.
Declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1929, hoy en día es un paraje totalmente adaptado para familias con niños e incluso para personas con movilidad reducida. El paseo dura un par de horas gracias a un circuito circular de 3 kilómetros que permite pasar por las rocas más espectaculares de este tesoro verde.
Las Médulas
Nos dirigimos ahora a la otra Castilla, a la provincia de León, donde el visitante puede encontrarse de lleno con la naturaleza en su fuerza expresiva más potente: las Médulas.
Este territorio está considerado como Patrimonio de la Humanidad. Y no es para menos: la imagen que ofrece este enclave es verdaderamente única, sobre todo si se tiene en cuenta la historia que hay detrás.
Se trata de un paisaje montañoso situado en plena zona de El Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos. Esta zona está considerada como una de las mayores minas de oro a cielo abierto de cuantas el Imperio Romano explotó a lo largo de su historia.
El complejo trabajo realizado por los hombres de la antigüedad dio como resultado una orografía completamente inusual, donde la montaña asume formas imposibles, propias de una novela de ficción.
La mejor forma de disfrutar de las Médulas es desde el mirador de Orellán. Se puede llegar a este desde una ciudad como Ponferrada en tan solo 40 minutos de trayecto en coche por la N-536.
Las Gredas de Bolnuevo
La zona costera de la Región de Murcia esconde un tesoro natural de incalculable valor: las Gredas de Bolnuevo.
La mejor forma de explicar qué ven los turistas que llegan a este municipio de costa es una especie de setas enormes de tierra. Y es que lo que realmente son las Gredas es un cúmulo de formaciones de material arcilloso que han sufrido un gran impacto de la erosión con el paso de miles y miles de años.
La sensación es la de estar en territorio extraterrestre o pisar la luna. Y lo mejor es que está cerca del mar, así que se ha convertido en un destino perfecto para los ‘cazadores’ de monumentos naturales en verano.
Bolnuevo es un municipio situado a tan solo 55 minutos en coche de la ciudad de Murcia, por lo que también se puede aprovechar para conocer otros puntos de la Región en una misma escapada.
Dunas de Maspalomas
Cogemos un avión y nos vamos directamente hacia las Islas Canarias en busca de nuestro próximo paraje protegido. En concreto, aterrizamos en Gran Canaria para pasear por las Dunas de Maspalomas.
Este enclave podría ser considerado –junto con alguna zona de Almería– como el desierto español: 400 hectáreas de dunas de arena fina y dorada reciben al visitante, que puede sentirse como el propio Lawrence de Arabia en este espacio, protegido desde 1994.
Una de las cosas más llamativas de Maspalomas es que estas dunas, situadas al sur de la isla, cuentan con una fauna inusual como el lagarto gigante, propio de la zona africana. Además, comienzan a muy pocos metros del mar, lo que contrasta con la imagen habitual de un desierto, donde el agua no suele aparecer por ningún lado.
Las dunas de Maspalomas comienzan en la propia playa del inglés, una de las más visitadas de la isla, y sus más de 250 días de sol al año hacen que sea un destino magnífico para ir en cualquier momento.
Meandro del Melero
Si eres de esas personas que ama los trazados del río Amazonas y que tiene en su lista de pendientes visitar la famosa Curva de la Herradura en Arizona, este Meandro del Melero es uno de esos sitios que se quedará grabado en tu mente para siempre.
Para encontrarse con esta postal tan inédita hay que poner rumbo a Las Hurdes, la zona situada entre Cáceres y Salamanca que se hizo famosa durante el pasado siglo por el famoso documental de Buñuel.
Allí hay un punto en el que el río Alagón hace un recorrido de curva cerrada muy acusado, dejando que una gran porción de tierra se quede casi separada del todo del reto, como en una península que un poco más y pasa a ser una isla.
Geográficamente, el Meandro del Melero marca el límite entre Castilla y León y Extremadura. Y se puede llegar fácilmente a él desde una ciudad tan importante desde el punto de vista turístico como Ciudad Rodrigo.
Para ello, hay que hacer poco menos de 70 kilómetros en dirección este por la SA-220: en menos de una hora y cuarto habrás llegado a este lugar en el que no te cansarás de hacer fotos con tu smartphone.
Playa de las Catedrales
La playa de las Catedrales, en la costa gallega de Lugo, es otro de esos sitios que habitualmente salen en las listas de destinos más impresionantes del país. Desde luego, tiene que estar en cualquier selección de los mejores monumentos naturales de España.
El municipio de Ribadeo tiene el honor de contar con ese cúmulo de acantilados que han crecido por la fuerza del Cantábrico.
El paso de los años y la fuerza de la erosión ha creado unas hermosas formaciones de rocas en formas de arcos, torres y cúpulas que recuerdan claramente a las catedrales más impresionantes de la Edad Media.
Precisamente por eso se ha convertido en un territorio muy llamativo por el que pasear e incluso bañarse. Pocos sitios en el país ofrecen un marco más diferente para disfrutar de una jornada de naturaleza, disfrute visual y ocio de toalla y bañador que este.
Estas son solo seis de las infinitas opciones de disfrute que la naturaleza nos ha regalado a lo ancho y largo de toda España.
Otros monumentos naturales como el Torcal de Antequera, las playas de Gulpiyuri, la selva de Irati o la cueva de los Murciélagos también podrían sumarse a esta lista, que no hace más que evidenciar la riqueza paisajística de nuestro país y poner sobre la mesa opciones para que cualquier turista tenga una lista infinita de destinos pendientes en los que maravillarse.