España cuenta con muchísimos parajes naturales que son zonas idóneas para quienes aman el turismo rural. En todas las regiones del país se pueden encontrar zonas en las que los accidentes geográficos, las rutas de senderismo y el deporte de aventura son los protagonistas para aquellos que aman este tipo de tiempo de ocio.
El Parque Natural de Arribes del Duero es uno de ellos. Este espacio natural protegido es magnífico por su ubicación, por la flora y la fauna que conserva, por su historia y, sobre todo, por los paisajes que ofrece al turista que decide poner sus pies en este lugar.
Tanto es así que desde hace unos años la zona se ha popularizado: los Arribes del Duero se han convertido en un espacio muy demandado para quienes aman lo que se conoce como slow tourism, una forma de viajar que apuesta por la conexión con la naturaleza.
¿Dónde se encuentra el Parque Natural de Arribes del Duero? ¿Cuáles son los pueblos más bonitos de Arribes del Duero para alojarse o visitar? ¿A qué rutas lanzarse y en qué miradores se recomienda disfrutar de las vistas? Te ofrecemos una completa guía sobre este escenario verde de Castilla y León.
Dónde se encuentra
Se conoce como Arribes del Duero a todo un ‘límite’ natural que se desarrolla a lo largo de la pared oeste de las provincias de Zamora (al sur) y Salamanca (al norte). Esta zona linda con Portugal, por lo que se trata de un territorio fronterizo donde destacan los arribes, un accidente natural que hace referencia a las gargantas creadas por la erosión del río Duero y sus afluentes.
Toda la zona del Parque Natural está compuesta por un total de 37 municipios, divididos en 58 núcleos de población, con un total de 22000 habitantes aproximadamente.
Esto quiere decir que toda la zona verde está salpicada por pequeñas aldeas y pueblecitos que en apenas unos kilómetros andando o en coche permiten llegar a estos escenarios donde la naturaleza toma todo el protagonismo.
Con un mapa delante, desde la ciudad de Salamanca a la zona de los Arribes del Duero se tarda una hora y media en coche. Similar ocurre desde Zamora, por lo que este es un pasaje que bien se puede explorar dentro de unas vacaciones de turismo rural o como una escapada desde estas grandes urbes castellanas.
Cómo visitar el Parque Natural de Arribes del Duero
En contra de lo que ocurre con otros lugares de similar importancia en el país, el Parque Natural de Arribes del Duero tiene un acceso libre debido a su magnitud y a la zona donde está ubicado.
Esto quiere decir que no es necesario acudir a una única entrada delimitada, solicitar un pase o comprar una entrada. El turista puede ‘atacar’ a este enclave desde muchísimos puntos, por lo que lo más relevante es saber cómo se suele visitar esta zona para no perderse los puntos más interesantes.
Como el parque natural delimita una zona de aproximadamente 120 kilómetros de curso del río, lo aconsejable en los Arribes del Duero es preparar una ruta que, durante varios días, permita al viajero conocer distintos espacios, miradores y rutas de senderismo.
Por lo general, se suele elegir un único punto logístico en el que alojarse o bien ir de pueblo en pueblo con el coche descansando en hospedajes rurales.
Esto dependerá de cuántos miradores y rutas se quiera hacer: por lo general, con dos o tres días de viaje es más que suficiente para tachar todos los lugares que no puedes perderte en el Parque Natural de Arribes del Duero.
Qué no puedes perderte del Parque Natural de Arribes del Duero
Miradores, cascadas, grandes desfiladeros con hasta 200 metros de desnivel, paisajes verdes llenos de vegetación, aves rapaces que viven protegidas en esta zona y, por supuesto, bonitos pueblos rurales con mucho encanto… Son muchísimos los lugares que ver en el Parque Natural de Arribes de Duero.
¿Los imprescindibles? Aunque dependerá de los gustos del viajero y del itinerario que vaya a hacer, estos son algunos de los que deberían figurar en cualquier paso por esta zona natural de gran interés en Castilla y León.
Pico del Moro
La localidad salmantina de Saucelle cuenta con uno de los miradores más bonitos e impresionantes de todos los Arribes del Duero: el Pico del Moro.
Esta vista panorámica se inauguró en 2019 y es uno de los mejores ejemplos de lo que el turista va a encontrar a lo largo de este parque natural: una plataforma que sale de la tierra y que permite que el visitante se sienta suspendido en el aire prácticamente sobre el cauce del río.
A su alrededor, naturaleza hasta donde se pierde la vista: altas montañas que se ven atravesadas por el curso del río, muchos metros más abajo. La sensación es absolutamente apabullante.
Para llegar a este lugar tan solo hay que desplazarse poco menos de 5 kilómetros desde Saucelle en dirección Portugal por la carretera DSA-590. Además, muy cerca hay una zona para hacer picnic, con barbacoas y parking para quienes deseen ir a este lugar en coche.
Mirador de La Code
El mirador de La Code es bellísimo: quien lo visita tiene la impresión de estar en un espacio de cuento, separado de toda la civilización.
Esta panorámica es una de las que mejor permite contemplar el trabajo que el río ha hecho con las montañas a lo largo de miles de años, hasta generar una garganta intrincada y salvaje donde, en las temporadas cálidas, se puede disfrutar del vuelo de las aves rapaces.
Este mirador está situado cerca de la localidad de Mieza, y desde allí también se puede acceder a alguno de los cruceros fluviales que permite disfrutar de los Arribes del Duero desde el agua.
Además, el paisaje natural de La Code cuenta con una roca que custodia una imagen de la virgen que veneran en esta zona, lo que da al espacio un toque todavía más cercano a la mitología, los relatos rurales y la ‘magia’.
El banco de Hullón
¿Te imaginas sentarte en un banco al borde de un acantilado para disfrutar ante las inmensas vistas del Duero? Esto es lo que se encuentran quienes llegan al Mirador del Banco de Hullón.
Este poético escenario está muy cerca del pueblo de Villadepera y es uno de los miradores más bonitos de todas las rutas del Parque Natural de Arribes del Duero: son muchas las personas que se dirigen a este punto, situado en la provincia de Zamora, para hacerse una fotografía única.
Es interesante saber que el origen de este espacio es fruto del deseo de los propios vecinos de la zona. Fue un ciudadano normal y corriente, Yoni Formariz, quien colocó el primer banco, consciente de las impresionantes vistas que tenía delante.
Desde entonces, este se ha ido manteniendo y modificando con el paso de los años para que la excelente idea de este vecino siga vigente y seduciendo a centenares de turistas que cada año pasan por allí.
Paseos fluviales en Arribes del Duero
Aunque ya hemos hecho alusión a ello, conviene destacar la posibilidad de hacer cruceros fluviales por las aguas del Duero.
Son muchos los puntos dentro de los Arribes que cuentan con barquitos donde poder subirse para dar un paseo por esta zona: esta opción permite conocer el Parque Natural desde una perspectiva muy distinta y original.
La calma de las aguas se combina, en algunos puntos, con el avistamiento de aves rapaces e incluso exhibiciones por parte de profesionales de la cetrería.
¿Desde dónde se puede disfrutar de esta experiencia? Desde Miranda do Douro, Fermoselle, Vilvestre o Bemposta.
Cada uno de estos puntos ofrece una experiencia distinta: desde los grandes barcos turísticos hasta pequeños catamaranes para un paseo más privado, con más o menos duración y por paisajes sensiblemente distintos.
Aldeadávila de la Ribera
Como decíamos al inicio, no solo los miradores son lo que destaca de los Arribes del Duero: a lo largo de esta extensión natural hay muchos pueblecitos que conviene visitar.
Uno de ellos es Aldeadávila de la Ribera. Es, como dijo Unamuno, el corazón de los Arribes. Se trata de un pequeño pueblito de la provincia de Salamanca que no solo tiene un bonito balcón con vistas al río, sino que cuenta con muchos palacios medievales y renacentistas y preciosas ermitas.
Además, es una zona perfecta para alojarse en alguna casa rural en la que descansar tras una larga jornada de búsqueda de las mejores postales de los Arribes del Duero.
Fermoselle
Aparte de su barco para cruceros fluviales, Fermoselle tiene muchos otros atractivos: es una villa con muchísimo encanto, donde se pueden visitar zonas como el Puente de San Lorenzo, la Cueva del Buraco del Diablo o el Castillo de Doña Urraca.
Por supuesto, de Fermoselle, así como de otros pueblos como Adeladávila de la Ribera, Fonfría, Gamones o Lumbrares, salen muchísimas rutas de senderismo para conocer a fondo todo el encanto natural, la flora y la fauna del Parque Natural de Arribes del Duero.
Cuáles son las mejores rutas del Parque Natural de Arribes del Duero
¿Cuáles son las rutas de Arribes del Duero más interesantes? Te ofrecemos una selección adaptada para distintos perfiles de caminantes: desde quienes viajan con la familia y quieren paseos cortos y relajados hasta los verdaderos apasionados por hacer kilómetros en la alta montaña.
Pozo de los Humos
Esta sencilla ruta es muy asequible para todo tipo de públicos: sale desde la localidad de Masueco, no se alarga por más de 5.5 kilómetros y cuenta con una impresionante cascada de unos cincuenta metros como ‘estrella’ del recorrido.
En poco más de una hora, a paso medio, se puede completar esta ruta circular, con un desnivel de poco más de 250 metros que pueden hacer hasta niños pequeños. No hay demasiadas sombras a lo largo del trayecto, por lo que se recomienda hacerla en primavera u otoño.
Camino de Hierro
El camino de Hierro es un recorrido de 17 kilómetros que sigue la vieja ruta del ferrocarril de la Línea del Duero, completamente reacondicionado para este tipo de paseo.
Lo más interesante de este intenso paseo es que se pasa por túneles y puentes que permiten gozar de las mejores vistas de los Arribes del Duero.
Esta ruta tiene un precio de entrada de 8 euros por persona y conviene reservar con anterioridad. Está recomendado para usuarios acostumbrados a andar y, gracias al paso por los túneles, que ofrecen un descanso frente al sol, se puede hacer en cualquier momento del año.
Ruta de los puentes franceses
La ruta de los puentes franceses sale desde San Felices de los Gallegos y es un recorrido circular de 4 kilómetros apto para todos los públicos.
Al recorrer una zona muy escarpada, es perfecto para quienes desean disfrutar de la contemplación de las rapaces. Además, los viajeros pueden disfrutar de pasar un precioso puente de sillería que convive de maravilla con todo el espectáculo natural que lo rodea.
Es una ruta asequible, con espacios de sombra y que se puede hacer a lo largo de todo el año.
De Aldeadávila de la Ribera al Mirador de Rudurapay
Otra ruta compleja para los más aficionados: saliendo de la localidad de Aldeadávila de la Ribera existe un recorrido circular de casi 15 kilómetros considerada compleja y larga.
Durante casi cinco horas, el viajero se asomará a algunos de los acantilados más bonitos y agreste de toda esta zona rural, a través de senderos que ofrecen un gran desnivel.
Cascadas, bosques, ríos, zonas rocosas… Todos estos elementos componen esta maravillosa ruta que permite meterse de lleno en todo el ambiente natural de los Arribes del Duero.
Esta propuesta está reservada a las personas que habitualmente hacen rutas duras y complejas, no es aconsejada para niños y se recomienda hacerla en épocas en las que no haya temperaturas demasiado altas ni muy frías. Estas son tan solo algunas de las opciones de todo lo que se puede hacer y ver en el Parque Natural de Arribes del Duero. Disfrutar de una zona natural tan espectacular como esta en el centro del país es una verdadera experiencia para los amantes del turismo rural.