Descubre el encanto de Almonacid del Marquesado
Ubicado en la provincia de Cuenca, Almonacid del Marquesado es un tesoro oculto de la geografía castellano-manchega, que cautiva a todos sus visitantes. Gracias a su encanto pintoresco, su rica historia y sus tradiciones y celebraciones milenarias, este pequeño pueblo ofrece a todos los forasteros una experiencia única que combina la serenidad de la vida rural con la vibrante tradición de sus fiestas, siendo la más destacada La Endiablada.
Si todavía no lo conoces, te invitamos a explorar su historia, tradiciones y singulares fiestas.
Historia de Almonacid del Marquesado
Para conocer los orígenes de este municipio debemos trasladarnos hasta la época prehistórica. Varios hallazgos de la Edad de Bronce y primera Edad de Hierro, como herramientas y restos cerámicos, lo sitúan como una de las zonas de asentamiento de aquellos hombres primitivos.
En época del Imperio Romano Almonacid del Marquesado se convierte en un enclave fundamental dentro de la Península Ibérica. Esto pudo ser gracias a su cercanía con la ciudad de Segóbriga. De esa época, además de sus calles empedradas, que constituyeron una importante vía romana, o algunos rastros de edificaciones, se han encontrado restos de cerámica, además de una necrópolis de considerables dimensiones.
Es durante la época árabe cuando el municipio adquiere el nombre que hoy conserva. Almonacid proviene del vocablo árabe “Al-monaster” que, a su vez, significa “El Monasterio”, aunque se desconoce si existía un edificio de tal característica en aquella época.
Tras la reconquista, a finales del siglo XII, Almonacid pasa a formar parte de la Tierra de Alarcón y, posteriormente, al Señorío de Villena. Precisamente por su vinculación al Marquesado de Villena se le añadió, al nombre original de Almonacid, el apelativo “del marquesado”, así se distinguía de otras poblaciones que llevaran el mismo nombre.
Tras una serie de desencuentros, acuerdos y gestas bélicas, a finales del siglo XV, los Reyes Católicos le otorgaron el privilegio de villazgo. Pasando más tarde a los Condes de Cifuentes que posteriormente se llamaron Condes de Santa Coloma.
Entre los acontecimientos históricos más relevantes de los últimos tiempos, cabe destacar la epidemia de malaria, que acabó con la mitad de sus habitantes en 1805, un evento que coincide con una terrible tormenta de granizo que destruyó la cosecha y también causó un gran descenso en la población.
Aunque a mediados del siglo XIX la población de Almonacid fue manteniéndose a duras penas, hasta los años 30 del siglo XX presentó una tendencia ascendente, llegando a rozar los 1200 habitantes. Sin embargo, a partir de ese momento, el declive demográfico fue patente, llegando a la actualidad a contar con un total de 469 habitantes.
Lugares importantes
Castillo
En lo alto de una colina y como fiel vigilante del municipio, nos encontramos esta imponente construcción del siglo XIII. Además de visitarlo y recorrer cada uno de sus pasadizos, torres y muros, resulta especialmente impactante las vistas que se pueden disfrutar desde él.
Iglesia de San Andrés Apóstol
Se trata del edificio religioso más importante del municipio. Fue construida en el siglo XVI y destaca por su estilo renacentista. El interior alberga considerables obras de arte como esculturas y retablos.
Museo etnográfico
Si estás interesado en conocer la historia, cultura y tradiciones de Almonacid del Marquesado, este es tu lugar. Se trata de una visita muy interesante a través de distintas exposiciones en las que encontramos herramientas, aperos, objetos artesanales y todo lo relacionado con la historia y vida cotidiana de este municipio y la comarca.
La Endiablada de Almonacid del Marquesado
La Endiablada es una festividad única que se celebra en Almonacid del Marquesado desde tiempos inmemoriales. En ella se mezclan elementos religiosos y paganos en un espectáculo lleno de colorido y acción trepidante.
Esta singular fiesta se celebra en honor a San Blas y la Virgen de la Candelaria, los primeros días del mes de febrero. Tal es su repercusión histórica y festiva, que ha sido declarada Bien de Interés Cultural en 2020.
Origen y leyendas de La Endiablada
Los documentos e informes que existían acerca del origen e historia de esta fiesta, que se encontraban custodiados en el Ayuntamiento, fueron destruidos durante la Guerra Civil Española. Es así como se han perdido todos los datos reales que nos llevan a conocer el porqué de esta tradición milenaria.
En cambio, y como un legado cultural, traspasado de generación en generación y conservado de forma oral, han llegado hasta nuestros días dos leyendas totalmente distintas, que cuentan la historia de La Endiablada y que están relacionadas con sus máximas figuras religiosas: la Virgen de la Candelaria y San Blas.
La referida a la Virgen de la Candelaria nos lleva a cuando la madre de Jesús tuvo que presentar a su hijo en el templo. Todas las miradas de la gente allí reunida se posaban sobre ella con actitud crítica. Para evitar esta vergüenza, unos cuantos diablos se presentaron con sus cencerros y ropa colorida, para distraer al público y evitar el doloroso trance a la Virgen.
En cuanto a la leyenda de San Blas, la historia es menos romántica. Al parecer la figura de este santo apareció enterrada en una finca cercana al pueblo. A partir de ese momento surgió una disputa entre los vecinos de distintas poblaciones. La intervención milagrosa de San Blas decidió que esa imagen representaría a Almonacid. Los pastores, en señal de alegría, hicieron sonar los cencerros que llevaban colgados a sus espaldas.
Los protagonistas de La Endiablada
La Endiablada está formada por dos grupos totalmente distintos, y a la vez complementarios, en los que recae el protagonismo de la fiesta.
Los diablos
Para pertenecer a la Hermandad de los diablos es necesario ser varón e hijo del pueblo de Almonacid, bien directamente, descendiente o casado con una nacida en el municipio. No existen restricciones en cuanto a edad, pero sí aquel que cuenta con mayor experiencia será nombrado “diablo mayor”. Este será el encargado de dirigir al conjunto durante la fiesta.
La actuación de los diablos en la fiesta se compone de distintas actividades. Por un lado, recorren el pueblo de forma pausada mientras suenan sus cencerros. Esta tranquilidad se rompe al encontrarse con los patrones, momento en el que inicia la danza. Ese mágico estallido de los cencerros crea un ambiente muy especial que se completa en una carrera en la que los diablos danzan y dan saltos por las calles empinadas.
Un rasgo identificativo es la indumentaria que utilizan. Está compuesta por un traje confeccionado con telas estampadas de colores muy llamativos. A ello se unen una sarta de cencerros que llevan colgados a la espalda. En la cabeza llevan un gorro con flores en honor a la Virgen, para después colocarse una mitra para mostrar su respeto a San Blas. Completan la indumentaria, una porra y una máscara.
Las Danzantas
Son un cuerpo de baile constituido por 8 mujeres a las que hay que sumar la palillera y la alcaldesa. Antiguamente, también era ejecutado por los hombres, hasta que en 2012 se convirtió en una tarea enteramente femenina.
Entre sus tareas dedicadas a la fiesta, se encuentra la de lanzar los dichos a los patrones. Se trata de estrofas poéticas de 4 versos recitados con especial emoción, en las que se lanzan piropos y buenos deseos a sus santos protectores.
El traje tradicional de las danzantas es una falda de vivos colores, corpiño, pololos y mandil negro. Sobre los hombros lucen una pañoleta blanca el día de la Virgen y de color negro para San Blas. Almonacid del Marquesado, con su historia arraigada y tradiciones tan singulares y emocionantes como La Endiablada, ofrece a todos sus visitantes una experiencia inolvidable. Sumergirse en este municipio conquense, es adentrarse en un mundo donde la esencia de nuestras raíces se mezcla con la pasión y la creatividad de sus festividades únicas.