De ruta por Logroño: qué visitar en la capital de La Rioja

Casi 300 000 personas eligen cada año la capital de La Rioja como destino para sus vacaciones, escapadas de fin de semana o viajes familiares. Se trata de una ciudad que cada vez atrae a más visitantes decididos a hacer una ruta por Logroño y descubrir todo su potencial.

Sea cual sea el plan de viaje, este destino da respuestas para todo tipo de turistas: hay cosas que hacer en Logroño centradas en familias con niños pequeños, grupos de amigos apasionados por el vino, parejas interesadas por la historia y el arte… Seguro que también hay un plan perfecto para ti.

Te recomendamos una serie de actividades que podrás incluir en tu itinerario para convertir el viaje en una experiencia absolutamente única.

Qué ver durante tu visita a Logroño

El simple hecho de pasear por la ciudad ya ofrece un estímulo a las personas que llegan a la capital de La Rioja: Logroño es una ciudad completamente influenciada por la presencia del río Ebro y por el Camino de Santiago Francés. Todo ello hace que sea una urbe importante desde hace siglos y, por tanto, que la riqueza arquitectónica y artística sea admirable.

Muralla del Revellín

Quizá uno de los puntos más destacados de Logroño sea la Muralla del Revellín. Se trata de los restos del muro defensivo de la ciudad, que data de la Edad Media.

Aunque hay varios espacios en la ciudad en los que se puede ver, el Cubo del Revellín es la zona más espectacular de todas. En este lugar se puede acceder a la única puerta que daba a la ciudad medieval de Logroño y que sigue en pie desde 1520 aproximadamente, cuando se construyó la fortificación.

Concatedral de Santa María la Redonda

Tras cruzar las murallas y entrar en el casco histórico de Logroño, los edificios clásicos se multiplican por todos lados. Uno de los que merece el título de “visita obligada” es la Concatedral de Santa María la Redonda.

Se trata de una catedral que comparte título con la de Calahorra, y reina en el centro de la ciudad. De construcción tardía —la última piedra se puso en el siglo XVIII—, la Concatedral es un excelente ejemplo del paso del gótico al Barroco, dos estilos de construcción muy interesantes que conviven a la perfección en este edificio religioso.

Iglesia de Santiago el Real

La iglesia de Santiago el Real sorprende desde su propia fachada. Situada en la intrincada calle Barriocepo, el trabajo de ornamentación de su frontal es llamativo por ser distinto: las líneas rectas y sobrias de la parte más exterior de la fachada contrastan con un decorativo y repujado trabajo en piedra a modo de retablo que sorprende a todos los visitantes.

La entrada es gratuita y merece la pena: en el interior hay un bonito retablo mayor dedicado al apóstol peregrino y capillas añadidas en ampliaciones del templo, que inicialmente constaba de una sola nave.

Iglesia Imperial de Santa María de Palacio

Aunque hay muchas más iglesias, monasterios y conventos en Logroño, no podemos olvidarnos de la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio.

Situada en la calle Marqués de San Nicolás, llama la atención porque la construcción del siglo XII todavía conserva el claustro y una gran torre de planta octogonal que es uno de los símbolos de la ciudad.

Conocida como la aguja, la torre se construyó en el siglo XIII y es un absoluto milagro arquitectónico: nadie que pasa por debajo deja de contemplar la belleza de esta linterna que se reforzó en el siglo XVIII para evitar que se viniera abajo.

Puente de piedra

El puente de piedra es uno de los cinco que cruzan el Ebro en la zona municipal de Logroño. Con casi 150 años de historia, está construido en honor a San Juan de Ortega y es otro de los símbolos más reconocidos de la ciudad (incluso aparece en el escudo).

Los peregrinos que hayan hecho el Camino de Santiago y hayan pasado por el municipio lo conocerán, ya que es el punto de acceso a Logroño de este itinerario religioso y deportivo.

Museo de La Rioja

Los amantes de la cultura y la historia tienen una cita imprescindible en el Museo de La Rioja, un gran edificio situado en la plaza de San Agustín, que acoge una amplia colección de material arqueológico y artístico.

El recorrido dentro del museo comienza por conocer los primeros asentamientos humanos en la región para pasar, después, a contemplar piezas artísticas y religiosas de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco españoles. Sin duda, es una de las cosas que ver en Logroño si se está más de un día en la ciudad.

Casa de las ciencias

Solo por lo bonito del edificio y lo acertado de su ubicación ya es recomendable hacer una visita a la Casa de las ciencias. Se trata de un antiguo matadero reconvertido que sorprende por la forma de su fachada y sus colores rojos y blancos.

Exposiciones temporales, salas de conferencias y espacios para talleres acogen muchísima de la actividad cultural de una ciudad que no para de crecer en este sentido. Se podría decir que la Casa de las ciencias es uno de los puntos de encuentro más importantes de Logroño para turistas y vecinos interesados por la cultura.

Cosas para hacer en Logroño

En Logroño, cosas que ver hay muchísimas, pero esta ciudad que supera los 100 000 habitantes también tiene actividades para quienes gozan de un ocio y un turismo alternativos, con planes menos culturales e históricos. ¿Quieres saber qué hacer en la ciudad riojana? ¡Te lo contamos!

Dar un paseo por el Parque del Ebro

La presencia del río Ebro es de notable influencia en la arquitectura del municipio. En 1993, la margen derecha del río fue el lugar elegido para construir una de las grandes zonas verdes de la ciudad: el Parque del Ebro.

Más de ciento cincuenta y tres mil metros cuadrados de superficie hacen que este sea un pulmón verde necesario para los logroñeses, que lo usan para pasear, hacer deporte, ir de merienda… También hay bares, estanques y zonas de juegos infantiles para que cualquiera que lo visite pueda pasar un rato agradable.

Tomar unas tapas en la calle Laurel

¿Apasionados por la gastronomía? ¡Logroño es un paraíso para los amantes del buen comer y del buen vino! La calle Laurel, en la zona más céntrica de la urbe, es el lugar más interesante para probar la verdadera cocina logroñesa. 

Se trata de una calle que se ha puesto de moda en los últimos años gracias a la afluencia de locales de restauración que se han especializado en vinos, cervezas y tapas. Así, se ha convertido en uno de los puntos más animados, la zona perfecta para conocer a habitantes de la ciudad y profundizar en su cultura “cotidiana”.

Con tan solo 300 metros, hay unos 80 establecimientos que levantan la persiana en la calle Laurel cada día para ofrecer cientos de bocados distintos. En todos se come y se bebe bien y a un precio más que asequible.

Visitar el clásico Café Moderno

El Café Moderno es toda una institución en Logroño. El establecimiento abrió sus puertas en 1916 y, desde entonces, no ha pasado un día sin que vecinos y turistas se sienten en su terraza o en su exquisito interior a comer o tomar un café mientras conocen parte de la historia de la localidad.

Creado por la familia Martínez Laporta, es mucho más que un bar o un restaurante de la ciudad: ya forma parte del pasado riojano y en él han tenido lugar teatros, tertulias, reuniones políticas y muchos otros eventos que han marcado las líneas culturales de Logroño.

Conocer el vino de la tierra en las bodegas de la zona

Logroño es tierra de vinos. De hecho, gran parte de los habitantes del municipio viven del cultivo de la vid y de la elaboración de excelentes vinos.

Muy cerca de la ciudad hay varias bodegas que permiten visitas para conocer la cultura enológica, hacer catas e incluso comprar algunos de los mejores vinos que se producen en la zona.

Considerada una de las capitales vitivinícolas de España, muchos de los turistas que llegan a la ciudad lo hacen impulsados por esta cultura y por las ganas de aprender más sobre el mundo del vino.

Descubrir los alrededores de la ciudad

Aunque Logroño no se agota, la región que preside esta ciudad tiene muchos más atractivos que conviene tener en cuenta: desde pequeños pueblecitos que visitar para dejarse sorprender por su belleza hasta vestigios históricos en forma de yacimientos musealizados.

Cualquier persona que conozca bien la capital y su entorno recomendará acercarse hasta el municipio de Viana, a tan solo 10 kilómetros del centro, un enclave medieval que bien merece una visita; o a Navarrete, con la maravillosa iglesia de Santa María de la Asunción y su impresionante retablo mayor.

Estas son tan solo algunas de las ideas que puedes incluir en tu ruta por Logroño. Aprovechar la buena temperatura habitual en la zona durante el verano, disfrutar del mejor turismo rural, conocer en profundidad las bodegas y el vino y gozar de una de las grandes ciudades del país es posible en este enclave, cada año más popular.

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